El Colegio da Avogacía de Ourense celebrará elecciones el 19 de diciembre para elegir a la cabeza más visible del equipo directivo entre los cinco puestos que se votan. La actual decana, Pilar López-Guerrero, opta a la reelección con un segundo mandato, según confirmó ayer a este diario. "Empezamos muchos proyectos en el colegio y aún tenemos ganas de seguir y completarlos", aseguró la letrada, quien, según añade, estará acompañada en su candidatura por el equipo, mayoritariamente femenino, con el que concurrió en la anterior convocatoria (salvo un vocal que dimitió hace unos meses). Por el momento, añade, desconoce si se presentarán más alternativas, tal como ocurrió en 2014 cuando optó por primera vez.
A este proceso, están convocados cerca de 1.700 abogados con derecho a voto para escoger los puestos de decano, vicedecano, secretario y vocales segundo y sexto. Según la norma electoral del colegio, los ejercientes tienen doble voto frente a los letrados no ejercientes. Las urnas permanecerán abiertas desde las 10 de la mañana hasta las 20 horas de la tarde en la sede del colegio.
La actual decana asegura que aún le quedan tareas pendientes importante para los colegiados. "Tenemos pendiente la adaptación tecnológica, la sede electrónica colegial, que comenzamos a implantar, pero tiene más recorrido", precisó López-Guerrero. La formación y la mejora de la comunicación con los colegiados son también parte de su programa.
La decana hace una valoración positiva de estos últimos años al frente del colegio. A su juicio, no solo mejoraron el espacio físico de la institución en la calle Concejo, para hacerlo más accesible, sino que "hemos avanzado bastante en visibilización".
La "avogacía ourensá", según añade, afronta otro reto importante: la desmotivación que cunde entre algunos profesionales debido a la precaried por la liberalización de la profesión. Advierte que los grandes despachos, las atenciones telefónicas, los servicios low cost "han provocado que mucho despacho pequeño esté malviviendo, y empezar desde cero es muy difícil".
Asimismo, el colectivo a nivel general, según evalúa, se enfrenta a desafíos como el desarrolllo medioambiental sostenible o problemas de mayor calado como la falta de gobierno y la consiguiente paralización legislativa con "muchas cosas sin desarrollar en el tintero y que afectan al colectivo como corporación de derecho público y a la ciudadanía (la modificación del Estatuto General de la Abogacía, la ley de Derecho de Defensa...) o la liberalización de servicios".
