TRIBUNALES

Declaran agentes, con el teléfono pinchado, por el robo de las armas en Ourense

Comentan que en la comisaría "intentaban tapar todo", en alusión a las sustracciones de las pistolas

El titular de Instrucción 1, Leonardo Álvarez, interrogó ayer en calidad de testigos a dos policías básicos y un jefe de la sección técnica de la Comisaría en relación a la desaparición de seis armas del búnker en agosto de 2014 y febrero de 2015. Tres de ellas aparecieron en el despacho donde fue hallado el cadáver de Celso Blanco, quien  murió de un tiro procedente de unas de las pistolas robadas.

La fiscal había pedido su comparecencia porque a este responsable policial se le ve en las imágenes de videovigilancia entrar al búnker solo. Ayer explicó que no tenía llave de ese espacio y que estaba a su lado el responsable, Arnesto A., quien figura en esta causa como investigado junto al secretario general, Juan Manuel S. 

En cuanto a los policías, su citación como testigos obedece a una conversación grabada por Asuntos Internos cuando investigaba la operación Zamburiña por supuesto trato de favor policial a traficantes de droga. Uno de los agentes le comenta a una compañera en la reserva un plan para reunirse con sus respectivas familias en torno a una paella en el Campo da Feira. Entre ellos, comentan de forma distentida que en la comisaría se rumorea que intentan "tapar" la desaparición de las armas, así como a la ausencia de una investigación seria. Los agentes, tal como precisaron , circunscribieron sus declaraciones a una conversación informal en un contexto en el que no faltaron las risas. No en vano, una de las armas desaparecidas del armero perteneció a la agente que estaba en la reserva y que hablaba por teléfono con su compañero y amigo.

La toma de declaración de estos policías pone fin a una investigación que también se lleva de forma paralela en otro juzgado, la causa de Instrucción 3 por el supuesto homicidio de Celso Blanco, robo de armas y los anónimos. 

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