Sucesos

Declaran los dos policías gemelos por la muerte de un compañero en la comisaría ourensana

photo_camera El abogado de la acusación, Arturo Mosquera.

Los sucesos ocurrieron en las dependencias policiales el pasado 2016. Los agentes han prestado declaración este miércoles sobre nuevos datos aportados por la investigación.

La magistrada de instrucción tres de Ourense deberá decidir este miércoles si mantiene la situación de libertad para los hermanos gemelos adscritos a la Policía Nacional, que permanecen investigados por su presunta relación con la muerte del agente Celso B.A., cuyo cuerpo apareció muerto de un disparo en dependencias de la comisaría en 2016, una vez que concluya el interrogatorio solicitado por la defensa de la familia. 

Los dos policías, Bernardo y Roy D. L. han pasado esta mañana a disposición judicial y se encuentran a la espera de prestar declaración en relación con dos nuevos informes aportados a la investigación, que estarían relacionados con un positivo de ADN hallado en un folio y un anónimo aportado por la familia que descartaría el suicidio. 

Antes de entrar en sede judicial, el abogado de la familia, Arturo Mosquera, ha explicado, en declaraciones a los medios, que ha solicitado esta nueva declaración al entender que "es necesario que se den una serie de explicaciones de por qué aparece ese ADN ahí en un trozo de papel que despistaba la investigación" y por la aparición de un anónimo. 

En dicho papel, aportado por la familia, se apunta a los dos inspectores hermanos -sin detallar las pruebas- como supuestos responsables del crimen para silenciar el robo de armas en el búnker, así como del uso de claves de otros compañeros para "los falsos anónimos". 

Cuando se produjo la muerte del agente, apareció una nota de suicidio y tres de las armas robadas. 

Ahora, la familia ha entregado el anónimo que recibieron el día de los hechos donde "se realizan una serie de acusaciones bastante graves"; ha relatado el abogado de la familia del agente muerto, Arturo Mosquera.

En estos momentos, la titular de Instrucción número tres ya ha pedido que se analice el original en busca de vestigios que permita "determinar quien fue el autor del mismo, si existe algún tipo de prueba que permita saber quién fue" para "verificar si algunas de esas informaciones tienen cierto viso de verosimilitud, validez, son contrastables", ha explicado este abogado. 


"Sería muy interesante que esta persona diese la cara, y ya que manifiesta tener tantos datos pruebas especificas de lo ocurrido se persone", ha apuntado Mosquera, quien ha insistido en que dicho anónimo "incide en la culpabilidad de los gemelos". 


No en vano, se ha remitido al informe elaborado por el grupo de análisis de conducta que descartó una tesis del suicidio, como se había barajado en un primer momento. 

Por el momento, este abogado no ha confirmado si pedirá prisión a la espera de ver "cómo se desarrolla la declaración" de ambos, convencido de que no se sostiene la teoría del suicidio del agente, cuyo cuerpo apareció con un tiro en la cabeza en la comisaría de Ourense. 

La Operación Zamburiña se inició entre los años 2014 y 2015, a raíz del envío de unos anónimos que relacionaban el robo de las armas con la operación por drogas y cuya operación se saldó con trece personas arrestadas por esta causa y que desembocó en una investigación por parte de Asuntos Internos.

Durante las investigaciones, varios policías resultaron detenidos o investigados, aunque las armas continuaron en paradero desconocido hasta 2016, cuando apareció muerto un agente que había sido investigado en relación al envío de anónimos. 

Entonces, la policía encontró un escrito al lado del agente fallecido en el que se autoinculpaba del robo de las armas, aunque la UDEV continuó las pesquisas ante las sospechas de que un solo policía no podía elaborar los anónimos y planear la sustracción de las armas.

Te puede interesar