Estafas en las compras online, ataques contra la intimidad y la usurpacion del estado civil son los más frecuentes
Los delitos cometidos a través de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) tienen un lugar destacado tanto en los anuarios estadísticos como en los discursos policiales. Su incidencia, contrariamente a lo que ocurre con otras infracciones, no para de aumentar, y la tendencia es que vaya a más en un horizonte a corto y medio plazo.
No fue casual que en todos los discursos que se escucharon el 12 de marzo en la toma de posesión del nuevo comisario de la Policía Nacional, Juan Carlos Blázquez, la delincuencia tecnológica fue reseñada como una de las principales amenazas y retos para las fuerzas de seguridad. En Ourense, preocupan, fundamentalmente, los delitos económicos cometidos a través de internet.
"En esta comisaría provincial, los hechos más denunciados en cuanto a delitos informáticos son los referidos a estafas cometidas a través de compras en la Red", explica la subinspectora Teresa Ramos, responsable de Participación Ciudadana. En este sentido, aclara que normalmente "son productos que se adquieren online y no se reciben o bien te llega algo que no es lo acordado". La Policía Nacional recibió en 2017 un total de 183 denuncias y 46 en los tres primeros meses de este año relativas a estafas cibernéticas. En los últimos cinco años, aumentaron un 60%.
En los fraudes, también se han detectado casos que exigen cierta profesionalización y organización. Desde 2014, los juzgados de instrucción ourensanos han visto 12 casos de phishing: la captación ilícita de datos personales confidenciales para acceder a cuentas bancarias y después derivar ese dinero a países extranjeros a través de "muleros", contra quienes se dirige el proceso penal generalmente por receptación y blanqueo de capitales o incluso por estafa.
Ramos destaca la presencia cada vez mayor de las usurpaciones de estado civil, suplantación de identidad en redes sociales. "Consiste en la creación de un perfil falso en nombre de la víctima bajo el que se comparte contenido, provocando un daño a la imagen de la persona suplantada", asegura. La Comisaría contabilizó 27 denuncias en 2017 y 10 en el primer trimestre del año en curso.
Condena
Por estos últimos hechos, cada vez hay más condenas. El Juzgado de lo Penal 2 impuso en junio del pasado año 16 meses de prisión y una multa de 1.440 euros a I.V.S., de 25 años, en tanto que en septiembre de 2014 accedió al contenido de la cuenta de Facebook de su exnovia y se hizo pasar por ella en comunicaciones con otras personas asignadas a sus contactos, llegando a invitar al cine a un antiguo compañero de estudios de la denunciante. Hasta envió un correo electrónico en su nombre para comunicar que no iba a poder asistir a unas prácticas de un congreso sobre patrimonio y arte rural.
Asimismo, la Policía Nacional advierte de la irrupción en la ciudad del llamado stalking. "En páginas como Milanuncios se exponen identidades de personas para temas sexuales", comenta la portavoz policial. Aunque por ahora son pocas las denuncias, se dieron pronunciamientos judiciales muy firmes.
En noviembre de 2017, el Penal 2 impuso un año de cárcel a M.D.M. A. por crear un perfil falso en Badoo para humillar a la mujer que salía con el que había sido su novio. Creó la cuenta "Mary 38" y simuló que la usuaria era la denunciante, con dos fotografías de la misma. En la cuenta, hizo referencias a la vida sexual de la perjudicada, llegando a calificarla de bisexual con anuncios tales como que quería tener una cita con alguien entre los 32 y 42 años ya que su relación de pareja era abierta. Incluso, llegó a manifestar que tenía cierta adicción la bebida. La denunciante sufrió daños morales por lo que fue indemnizada por la inculpada con 3.850 euros.
Incidencia en Galicia
Galicia figura como la quinta comunidad con más delincuencia informática, con 4.561 infracciones conocidas en 2016, según el último informe del Ministerio del Interior sobre cibercriminalidad, que a la hora de analizar la incidencia por provincias destaca los casos de A Coruña y Pontevedra con 2.373 y 1.459 hechos conocidos, respectivamente. En ese informe, la provincia ourensana figura en la horquilla que va hasta los 500 delitos. En 2015, se movía entre las 350 y 800. A fecha de hoy, las fuerzas de seguridad hablan de casi medio millar de infracciones al año, teniendo en cuenta los atestados de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Menores
Una pequeña porción de la tarta es para las amenazas, acoso o los delitos contra la intimidad en los que la víctimas son menores. En junio del pasado año, la Fiscalía de Menores abrió diligencias contra un estudiante de 15 años alumno del Instituto Universidad Laboral por un caso de sexting (envió un vídeo sexual de una compañera del centro sin su consentimiento).
