La ley del “solo sí es sí” (Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual) que entró en vigor el 7 de octubre regula un tipo de delitos que no paran de crecer en los últimos diez años en Galicia, un 74%. Hay más denuncias y, por tanto, más casos que llegan a juicio. No es extraño, pues, que la última memoria del TSXG por primera vez recoja datos de las personas enjuiciadas en las audiencias provinciales por violencia sexual. El presidente del alto tribunal gallego, José María Gómez y Díaz-Castroverde, destacó en la presentación la importancia de “poner el foco, a través de las cifras, en una lacra que, a menudo, permanece oculta porque los hechos suceden en el entorno más cercano de las víctimas”.
La Fiscalía de Ourense, al igual que los juzgados de instrucción y la Audiencia Provincial, es un buen termómetro del alcance de los delitos sexuales en una determinada jurisdicción. En 2021, el último año con cifras cerradas, se constató un importante ascenso de este tipo de criminalidad, un 65,70% más en contraste con años anteriores. Según el Ministerio Público, “aumentaron los porcentajes de los delitos de agresión sexual (57,70%), los abusos (119,20%) y los abusos sexuales a menores de 16 años (162,50%) y se mantienen los porcentajes en los delitos de acoso, prostitución de persona menor o incapaz, prostitución de persona mayor de edad y utilización de menores con fines pornográficos”.
En ese año, hubo 73 denuncias contra la libertad sexual en la provincia (incluye acoso, abuso, agresión sexual, exhibicionismo, prostitución): cinco fueron agresiones sexuales y 10, violaciones (agresiones sexuales con penetración). Es un 38% más que en 2020, en el caso de las violaciones, el doble, ya que se pasó de cinco a diez en un año. La tendencia alcista sigue en 2022, con un 38,6% más en la primera mitad del año, según el Ministerio del Interior. O lo que es lo mismo, 61 casos desde enero a junio frente a los 44 del mismo periodo del año anterior.
Los juzgados de instrucción dan cuenta del aumento de las denuncias por violencia sexual. Junto a los robos, hurtos, estafas por internet y lesiones son los delitos que más ven. El juez Leonardo Álvarez cree que hay más casos, sobre todo agresiones en el ocio nocturno en donde hubo alguna sumisión química entre víctimas jóvenes, aunque también menos tolerancia.
Soluciones
El incremento de los delitos sexuales es una lacra, asegura el presidente de la Audiencia ourensana, Antonio Piña, “que nos debe hacer reflexionar como sociedad a fin de encontrar una solución que vaya más allá del ámbito judicial”, dice. El magistrado advierte que esta escalada de infracciones ha bajado de edad. “El fácil acceso a la pornografía a través de internet ha dado lugar a una desviación de la educación sexual de los jóvenes, considerando como normales conductas que implican la cosificación de la mujer y que acaban generando episodios violentos como muchos de los juzgados”.
Sin embargo, las condenas, que pueden ser revisadas en estos días si la nueva ley beneficia al reo, van por barrios: más en los juzgados penales (asuntos sexuales de menor calado) que en la Audiencia en 2021. La sala ourensana solo condenó a uno de cada cuatro imputados (el 25% frente al 71% de la media gallega). Fue la sala gallega con más absoluciones en 2021, según el TSXG: dos inculpados de ocho. Son delitos que se producen en la intimidad, aseguró el presidente de la Audiencia, Antonio Piña, “lo que determina mayores dificultades probatorias al descansar en muchas ocasiones la carga de la prueba en la declaración de la víctima, pero siempre con un ponderado y detallado examen”. Según añade, lo “realmente importante es que las sentencias sean correctas, con la prueba bien valorada, y no sean revocadas en órganos superiores, en el TSXG o el Supremo”. Todas se confirmaron. El presidente también recalca que en el año en curso la tendencia ha sido la contraria con condenas en más del 90% de los casos.
Excarcelación de agresores
La “ley del sí es sí” ha permitido excarcelar a un agresor sexual este miércoles al rebajarle la Audiencia de Ourense un año la pena por tentativa de violación. El juez Piña dice que no va a cambiar la protección jurídica que hasta ahora se le brindaba a las víctimas, que tilda como acertada, y será una buena norma si las anima a denunciar cuando son agredidas sexualmente. “La mujer decide qué conducta quiere desarrollar y cuando uno se excede debe tener un reproche penal”, apostilla.
Las audiencias de las seis ciudades gallegas han constatado de forma unánime que los casos más juzgados en sus salas son los abusos a menores de edad. La mayor parte, víctimas de familiares. Así, en las vistas orales celebradas a lo largo de 2021, se sentaron en el banquillo 13 hombres acusados de abusar de las hijas de sus parejas; a seis por abusar de sus hijas; a otros seis, de sus sobrinas; y a tres de sus nietas o de las nietas de sus parejas. Además, se celebraron once juicios por agresiones sexuales (ataques sexuales con violencia o intimidación).
