La delincuencia vial representa el 55% de las diligencias urgentes en los juzgados de instrucción

Los delitos de tráfico suponen ya mil juicios rápidos al año

La guardia civil realiza periódicamente controles para evitar la conducción con alcohol. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
No hay día en que los delitos contra la seguridad del tráfico dejen de sentar a algún acusado frente a su señoría bien sea el togado de guardia o del juzgado de lo penal . De hecho, este tipo de infracciones penales junto a la violencia de género y ya, en tercer lugar, los delitos contra el patrimonio o las lesiones son el pan nuestro de los juzgados. Entre estos, las infracciones que generan mayor número de condenas -muchas por conformidad- son las de conducción bajo la influencia de drogas o alcohol (art. 379.2 CP) y la conducción sin permiso o derecho a conducir (art. 384 CP).
Sin olvidar, además, que los delitos contra la seguridad vial suponen ya algo más de 1.000 diligencias urgentes al año en los juzgados de instrucción con un aumento muy significativo en los últimos años (se resuelven como juicios rápidos por su escasa complejidad). Tanto en 2011 como 2012 sobrepasaron la barrera del millar, cuando en 2006 fijaron techo en los 225. De hecho, estos delitos suponen ya el 55% del total de las diligencias urgentes de todos los juzgados de instrucción de la provincia.

A mayores habría que sumar, según fuentes de la fiscalía, del orden de 180 procedimientos más al año cuya instrucción es más prolongada en el tiempo -se tramitan como diligencias previas- para así obtener el número total de vistas que suponen los delitos de tráfico. En el año 2012, en torno a los 1.200.

Sólo en el día de ayer, por ejemplo, se vieron en los dos penales cuatro casos. En uno de ellos, el fiscal Julián Pardinas llegó a reclamar a la jueza cuatro años de privación del derecho a conducir para Emilio C.B. (67 años), además de cinco meses de prisión. La acusación pública le aplica la agravante de reincidencia porque en 2004 y 2008 había sido condenado por sendos delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Los hechos que lo sentaron ayer en el banquillo ocurrieron el seis de agosto de 2009 en la carretera OU-562 (Moreiras-Treille) cuando, según explicó el fiscal, perdió el control del vehículo provocando un accidente en el que se vio implicado un ciclista y una conductora, cuyo coche resultó con siniestro total en el accidente. El inculpado cuadruplicó la tasa legal permitida (1,31 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera prueba).

Julio E.M. (27 años) aceptó 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad y 16 meses de privación del carné por un accidente de tráfico que provocó a las 0,58 horas del día 29 de abril de 2010 cuando circulaba por la avenida de Portugal de la ciudad. El siniestro que sufrió debido a la ingesta de alcohol (cuadruplicó la tasa) provocó daños a tres coches estacionados así como desperfectos a la fachada de un inmueble.

Por su parte, Miguel O.S. también fue juzgado por un delito contra la seguridad vial. En este caso, por conducir un ciclomotor por Ribadavia sin permiso el 23 de febrero de 2010. El ministerio público reclamó una condena de 24 meses multa (10 euros al día).

Por último, fue juzgada una mujer, Alba T.D., quien el 2 de marzo de 2010 conducía un coche sin seguro y con el saldo de puntos del carné a cero. Bajo esas circunstancias, ocasionó un accidente por alcance para acabar empotrándose contra un bajo de la calle Río Salas, al que ocasionó desperfectos por 9.437 euros.

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