Sucesos

Un incendio desaloja a los okupas de la Praza de Abastos

Tras el desalojo, policías, bomberos y constructora cerraron con llave la puerta, abierta en el vallado para facilitar su entrada

Un incendio se alió ayer con el Concello de la ciudad en su lenta lucha por desalojar a los okupas de la plaza de los puestos exteriores del edificio central de la Plaza de Abastos. Las llamas hicieron más en apenas media hora que la entidad municipal desde que fue vallado el espacio para acometer la tan ansiada reforma, cuya proyecto mantiene los okupas paralizado en una parte. 

El fuego, que se originó sobre las nueve de la mañana en uno de los puestos habitados, obligó a desalojar a las seis personas que permanecían de forma ilegal en el recinto, ante el riesgo que de que sufrieran quemaduras o intoxicaciones de monóxido de carbono dada la humareda que se acumuló en la zona. Tras el desalojo, policías, bomberos y constructora cerraron con llave la puerta, abierta en el vallado para facilitar su entrada. Tomaron esta medida ante el riesgo de derrumbe, dado que las llamas afectaron a la estructura de los puestos. En la noche de ayer no había okupas en el interior y las policías Local y Nacional  mantenían un dispositivo para impedirles la entrada, que saltaran por encima de la valla.

Los trabajadores de la empresa beneficiara de la reforma tenían instrucciones claras: si alguien salta la valla o entra por la fuerza avisar inmediatamente a las fuerzas policiales. "Ahora mismo los puestos no están ocupados. Esperemos a ver lo que pasa por la noche", aseguraba el gerente de la Plaza de Abastos, Alberto  González.
Los okupas, tras el incendio (ardieron electrodomésticos, material de cartón y plástico, colchones y basura orgánica), abandonaron la zona, pero regresaron a las cinco de la tarde. Una vez en el lugar se encontraron con la puerta cerrada con llave. "Solo se le permite pasar si tienen que recoger alguna cosa, pero acto seguido deben marcharse", apuntaron fuentes policiales.

 


Al final desistieron de entrar al interior. "El incendio era el momento propicio para derrumbar todos los puestos y ya se acababa este tema. Pero en el Concello prefieren hacer primero informes y más informes", afirmó el presidente de los placeros, Emilio González.


El Concello les acaba de dar un plazo hasta el 5 de agosto para que abandonen el lugar, después de llevar la ocupación de los puestos a la vía judicial, estando pendiente de una resolución.


El incendio se originó posiblemente a causa de un cortocircuito en un enganche ilegal que realizaron los okupas.

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