Acostumbrados como estaban los ourensanos a mirar hacia otro lado, el primer fin de semana en el que Montealegre ejerció de complejo ambiental botánico fue un éxito.
Según el Concello, alrededor de 650 personas (400 ayer), no quisieron dejar pasar más tiempo para descubrir los 122.000 metros cuadrados acondicionados para el disfrute de la naturaleza, hasta el punto de que el parque cerró media hora después de lo previsto. Aún así, algunos de los visitantes parecían despistados con el proyecto que pretendían conocer. Porque aunque la nueva red de caminos y pasarelas haga mucho más cómodo el recorrido, los tacones o los trajes de algunos de los visitantes -los menos- no parecían hacer llevaderos los trayectos por el complejo -el más largo supera la hora de duración aunque, evidentemente, triunfaron los paseos reducidos-.
Lo primero que se topa el público dentro del parque es el centro de divulgación e investigación botánico, en el que pueden consultarle a una trabajadora información sobre las rutas o la flora que podían divisar en el complejo. El complejo se encuentra todavía en una fase de transición, lo que implica que los más de 3.000 árboles de nueva plantación que acompañaban a la flora propia de Montealegre aún está en fase de crecimiento. Las pantallas informativas táctiles, que tienen como objetivo ofrecer datos sobre la vegetación de las zonas en las que se encuentran, estuvieron inoperativas durante la tarde y más de uno se quedó con las ganas de utilizarlas.
Pero, sin duda, uno de los elementos que más éxito tuvo del complejo fue el mirador, desde el que es posible contemplar toda la ciudad. De hecho, no hubo visitante que no buscara con la mirada una zona concreta de Ourense y fueron muchos los que quisieron retratarse con semejante escenario de fondo. El auditorio al aire libre, aprovechando una antigua cantera, fue otro de los elementos que más gustó a los asistentes.
El complejo, que cierra hoy -los lunes no abre sus puertas-, ha empezado su particular andadura como espacio de recreo y divulgación de la ciudad.
Lo primero que se topa el público dentro del parque es el centro de divulgación e investigación botánico, en el que pueden consultarle a una trabajadora información sobre las rutas o la flora que podían divisar en el complejo. El complejo se encuentra todavía en una fase de transición, lo que implica que los más de 3.000 árboles de nueva plantación que acompañaban a la flora propia de Montealegre aún está en fase de crecimiento. Las pantallas informativas táctiles, que tienen como objetivo ofrecer datos sobre la vegetación de las zonas en las que se encuentran, estuvieron inoperativas durante la tarde y más de uno se quedó con las ganas de utilizarlas.
Pero, sin duda, uno de los elementos que más éxito tuvo del complejo fue el mirador, desde el que es posible contemplar toda la ciudad. De hecho, no hubo visitante que no buscara con la mirada una zona concreta de Ourense y fueron muchos los que quisieron retratarse con semejante escenario de fondo. El auditorio al aire libre, aprovechando una antigua cantera, fue otro de los elementos que más gustó a los asistentes.
El complejo, que cierra hoy -los lunes no abre sus puertas-, ha empezado su particular andadura como espacio de recreo y divulgación de la ciudad.
