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photo_camera Plano de Ático Noguerol Iglesias del Orense Antiguo, publicado en el “Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos histórico artísticos de la provincia de Orense”, Tomo XX, pág. 427

Ático Noguerol, sin ser historiador, ha conseguido recuperar gran cantidad de datos de nuestra ciudad

Una de las principales fuentes de información que utilizo para documentar el blog OurensenoTempo son los mapas que a lo largo del tiempo se han confeccionado de nuestra ciudad. La editorial de Alberto Martin, la misma que editó los interesantes porfolios fotográficos de España y la excepcional colección de vistas estereoscópicas “El turismo practico”, es probablemente la empresa más conocida por elaborar este tipo de documentos, y sin duda sus trabajos están plagados de infinidad de detalles que permiten conocer como fue desarrollándose nuestra ciudad. Hoy sin embargo vamos a recuperar un trabajo que jamás llego a comercializarse, y a punto estuvo incluso de desaparecer (gracias a la archivera María Leirós, podemos estudiarlo hoy en día); se trata del plano que presumiblemente a principios de los años veinte el polifacético Ático Noguerol iglesias fue elaborando en base a los datos que su amigo Florentino Cuevillas le proporcionaba del Orense antiguo, y él completaba con los datos que extraía de los documentos que pasaban por sus manos en el Ayuntamiento (era funcionario municipal).

Se trata de un plano que debemos interpretar sabiendo que no refleja un momento concreto de la historia de Ourense, sino que se mezclan en él lugares, calles y construcciones de diferentes épocas. A pesar de que en alguna publicación se hace referencia al año 1800 como la fecha que refleja, pero evidentemente es un dato erróneo.

Entre los originales detalles que nos muestra este plano, tenemos calles desaparecidas, usos de edificios insospechados, fuentes de las que no se sabía su existencia y muchos datos de los que intentare acercaros algunos.

Vayamos por orden: el nº 7 del plano es la conocida capilla de San Lázaro, que poco a poco se fue integrando en el parque hasta que “se fue” a Peliquín. Lo que no es tan sabido, es que aproximadamente en la esquina de Bedoya con el Parque (nº 6) estuvo el Lazareto (Hospital de San Lázaro). El nº 12, marca el humilladero, o dicho de otra forma nos confirma cual fue la primera ubicación del cruceiro que hoy está al lado del albergue de peregrinos, y antes en medio de la plaza de Quebracús. Damos un salto, y en el nº 34, nos habla Ático de una fuente con arco, situada en donde hoy supongo que está la entrada a la iglesia de Santo Domingo, y de la que no he conseguido encontrar ninguna referencia en los textos que habitualmente manejo (no es extraño porque las fuentes ourensanas siempre fueron de “mucho viajar”).

Los números 35 y 36 son de los más interesantes, nos sitúan la antigua Capilla del Alba (cofradía que se encargaba de la primera misa en la catedral) y según Ático estaba en la esquina de Santo Domingo con Cardenal Quiroga; y a su lado, lo que para mí fue una de las grandes pérdidas de la ciudad, el edificio llamado de la Misa de Alba, (el único construido en perpiaño, con diseño arquitectónico centro europeo), y nos desvelan que había sido residencia de la Inquisición.

Los gobernantes locales, para prevenir etapas de carencia (y en ocasiones para regular los precios), contaban con depósitos de ciertos artículos como sal, “erva” y cereales, estos se situaban en los nº 9, 50 y 41 del plano.

Nos sitúa la primera construcción que albergó el Ayuntamiento, aproximadamente donde hoy está La Coruñesa (nº 70); recuerda y ubica los antiguos nombres de las calles de la ciudad, y alguna como es el caso de la desaparecida calle Esperanza (nº 74), nos recuerda donde estaba (trasera del actual Centro Cultural de la Diputación, con salida a la Alameda). Según los datos de Ático, las cárceles de la plaza da Herba y la calle Libertad, coexistieron (?) con la “Malandreria” (nº 79), situada ya donde conocemos la cárcel de Progreso. Confirma que la vaguada de las Burgas disponía de un pequeño puente (nº 83) para salvar el regato de la Burga, antes de que se construyera el actual muro-puente.

Plazas, capillas, puentes, puertas, fuentes, escaleras (las de la calle Bailén aún existen hoy; las de la calle Viriato algún día os las mostrare en fotografía, pero las de la calle san Miguel yo no las conocía; en el plano las nomina como Rigueiro) incluso algún peto de animas nos descubre este ourensano que sin ser historiador ha conseguido recuperar gran cantidad de datos de nuestra ciudad.

Tendremos que esperar a que alguno de nuestros buenos historiadores busque tiempo para desgranarnos estas joyas de nuestra historia local.

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