Volver a casa por Navidad no siempre es posible y, en algunos casos, Ourense es ya la casa definitiva de muchos extranjeros que viven y trabajan en la provincia. Cocinar y disfrutar los platos típicos del país natal y compartirlos con familiares y amigos es el plan que esta noche amortiguará la nostalgia navideña de aquellos que tienen que despedir el año entre dos tierras.
Tamales mexicanos, hallacas venezolanas, halwa pakistaní, lechona colombiana, cordero senegalés o lubina china al vapor son algunas de las delicias internacionales que se servirán durante la última cena del año. Tomar las uvas al ritmo de las campanadas es una tradición que también comparten varios países latinoamericanos y que han adoptado quienes no la conocían.
Los que están lejos de la familia se unen a compatriotas, compañeros de trabajo y fiestas populares para evitar la soledad no deseada. Desde la multicultural Praza Maior de Ourense o el baile en el Monasterio de Celanova, donde hay una amplia comunidad venezolana, hasta la reunión de senegaleses en la cafetería África de la ciudad, cualquier lugar es bueno para despedir 2022 en compañía.
Incluso los chinos, que no comienzan el año hasta el próximo 22 de enero, celebrarán esta Nochevieja en Ourense y tomarán las uvas para que en 2023 se cumplan algunos de sus sueños y surjan otros.
DAYSI RAMÍREZ, VENEZUELA - “Los venezolanos de Celanova vamos al baile del Monasterio y sonará salsa”
Algunos están solos, hay familias desmembradas y muchos tienen que trabajar esta noche. Los venezolanos en Celanova celebrarán el Fin de Año en el baile del Monasterio, junto a la gente del pueblo. “Pese a las pequeñas tristezas de Venezuela, la gente de la asociación Cantaclaro iremos a bailar y cantar, y le pediremos a la orquesta que toque salsa”, dice Daysi Escobar, diseñadora gráfica y educadora social de niños emigrados. Esta noche cenará pernil, lasaña y hallacas con gente que es como de su familia, aunque no lo sea. “En nuestro país da suerte tomar las uvas y una cuchara de lentejas, y salir de casa con una maleta para viajar en el Año Nuevo”, explica.
MAZHAR IQBAL, PAKISTÁN - “Mis tres hijos están en Pakistán, pero voy a tomar las uvas a la Praza Maior”
El pakistaní Mazhar Iqbal trabaja como cocinero en el restaurante Curry House Indian, de Ourense. Sus tres hijos y el resto de familiares están en su país natal, así que tendrá que despedir el año con compañeros. “No tengo aquí familia, solo compañeros y algún amigo de Vigo”, asegura. Esta noche cenarán los platos típicos de la Navidad en Pakistán: Aloo gosht, que es ternera con patatas, y Halwa, un postre de sémola de trigo, pero no beberán alcohol. “A las doce de la noche iré a la Praza Maior a tomar las uvas con las campanadas y disfrutar de la noche con la gente de Ourense. Llevo quince años yendo a tomarlas allí”, explica.
CRISTINA MORANTES, MÉXICO - “Esta noche cenamos marisco, tamales, quesillo y tarta tres leches mexicana”
La mexicana Cristina Morantes vive en Ourense desde hace 23 años y trabaja como peluquera en la ciudad. Esta noche cenará tamales y hallacas porque celebrará el Fin de Año con varias familias de mexicanos y venezolanos, todos nietos de gallegos que han regresado a la tierra de origen. “También comeremos marisco. Ya he encargado bueyes, centollas y langostinos. Y de postre, las otras mujeres traerán quesillo y tarta de tres leches”, afirma Cristina, que dice que en México también existe la tradición de tomar las uvas para atraer la buena suerte para el año venidero. “Yo salí con 21 años de México y llevo aquí, en Ourense, ya 23 años, así que casi soy más ourensana que mexicana”, señala.
DORA ESCOBAR, COLOMBIA - “Siempre extraña uno su tierra, pero mucho más en estas fechas”
La colombiana Dora Escobar nació en Cali, pero lleva 23 años en Ourense. “Nos hemos acostumbrado, pero siempre extraña uno su tierra y más en estas fechas”, confiesa. Propietaria del bar El Rincón, en la ciudad, explica que se reúnen en casa porque no tienen una asociación. Cenarán lechona, que es cerdo relleno, y tamales; y de postre, natillas y buñuelos. “En Colombia también hay tradición de tomar las uvas y allí el Fin de Año es una fiesta muy familiar. Hay que estar con los padres y que te den la bendición y un abrazo a las doce de la noche. Es superimportante pasarlo con la familia. Hay que estar acompañado de los padres y los hijos, aunque más tarde salgas por ahí. Primordialmente, tenemos que estar con la familia”, asegura. Escobar tiene la suerte de que podrá despedir el año con su marido, que es español, su madre y sus hijos.
JUNJIE SUN, CHINA - “El Fin de Año chino es el 21 de enero, pero hoy lo celebraremos”
Junjie Sun llegó a Ourense en 2009, solo dos años después que su madre. Ahora trabaja en el supermercado San Francisco, en la calle Peña Corneira, junto a su hermano Jianwei. “El Fin de Año chino es el 21 de enero, depende del calendario lunar, pero hoy también lo celebraremos, aunque trabajaremos hasta las diez de la noche”, explica. Su madre será la encargada de preparar la cena: chipirones, langostinos y lubina. “Tomaremos las uvas; me parece una tradición muy interesante, pero no bebemos alcohol porque nos sienta muy mal”, añade este joven de 30 años que se enamoró por internet de una chica de China central y se fue allí para casarse con ella. “Está conmigo en Ourense desde septiembre, pero aún echa de menos nuestro país”, dice Sun, que desea que 2023 cumpla todos sus sueños: poder tener una casa, un coche y algún hijo.
ABY NDAUO, SENEGAL - “En Senegal somos musulmanes y hacemos cordero para las fiestas”
La senegalesa Aby Ndauo lleva ya 14 años en Ourense; es una de las nuevas ourensanas. Trabaja en una residencia de ancianos y este 31 de diciembre le toca hacer el turno de mañana y el 1 de enero, el turno de tarde. Esta noche servirá para cenar algunos aperitivos, langostinos y cordero asado al horno. “Cenaré con mi marido y con mis hijos, y luego nos quedaremos en casa; lo celebraremos aquí”, señala. En Senegal no se celebra la Navidad porque la mayoría de la población es musulmana, aunque hay un 2% de cristianos. “Allí en casi todas las fiestas se cocina cordero asado, es el plato más típico para festejar. La gastronomía senegalesa es muy digna de conocer”, dice. Los senegaleses de Ourense se juntarán para celebrar el Fin de Año en la cafetería África, en la ciudad. Ndauo es la primera mujer que dirige la Asociación de Inmigrantes Senegaleses de Ourense (AISO), que representa a más de 300 personas. Fue elegida en el año 2017 y se mantiene en el cargo desde entonces.
