DEMOGRAFÍA - VIVIENDA

Despoblación rural o incapacidad de retener jóvenes vacían las viviendas

Una vivienda deteriorándose, en el municipio de Castro Caldelas.
photo_camera Una vivienda deteriorándose, en el municipio de Castro Caldelas.

Las inmobiliarias alertan sobre el problema de inmuebles desocupados, cerca del 23% del total existente en la provincia

La despoblación del rural, sumada a la dificultad que tiene la comarca de Ourense, la más activa económica y socialmente de la provincia, se han convertido en los principales factores que están vaciando las viviendas ourensanas. Así lo detecta la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), que en su último informe sobre este fenómeno, eleva a casi 56.000 viviendas las desocupadas, lo que supone un 22,7% de las 246.074 que se anotan en la Dirección General del Catastro, un porcentaje que es el más elevado de todas las provincias españolas.

El colectivo que preside Benito Iglesias apunta, en este sentido, que este escenario "es una muy mala noticia", especialmente en lo que se refiere al principal foco de actividad de la provincia, la ciudad y su entorno, que con un 21,89% de viviendas vacías, está a la cabeza de las siete áreas urbanas de Galicia.

Solo siete comarcas de Galicia, que tiene un porcentaje del 18,63%, superan la media de viviendas vacías de la provincia

"Ourense no es capaz de absorber a esa gente que se marcha del rural, pero tampoco fijar a la población que emigra a otros lugares. Y todo es porque no hay carga de trabajo", señala Benito Iglesias, que recuerda que en los últimos Ourense ha sufrido la fuga de unos 6.000 jóvenes.


Diferencias


El trabajo elaborado por Fegein permite pulsar la salud inmobiliaria por las diferentes comarcas ourensanas. En este sentido, destaca el contraste entre O Ribeiro, donde el porcentaje de viviendas vacías crece hasta el 27,83%, y A Baixa Limia, con un 13,46%.

Se sitúan, por su parte, por encima de la media provincial, las áreas de Carballiño (23,52%), A Limia (23,42%), Terra de Caldelas (24,61%), Terra de Celanova(24,1%) y Verín (25,91%). En cifras absolutas, la comarca de Ourense alberga el 37% del total de viviendas vacías de la provincia, algo más de 20.700, reflejan los datos de Fegein.

Observando los datos de las comarcas de toda la Comunidad, apenas siete de ellas se sitúan por encima del porcentaje de la provincia ourensana, lo que es sintomático del problema que sufre este territorio.

Porqueira, Castrelo do Val y Melón, los que más problema tienen; Muíños, Vilar de Santos y Larouco, los que menos

A nivel municipal, tampoco es un escenario homogéneo, sino que afecta con mayor virulencia a determinados concellos. En 11 de los 92 municipios el porcentaje de pisos o casas desocupadas está por encima del 30%, mientras que la cifra crece hasta los 28 en el caso de superar el porcentaje del 25%. "Los ayuntamientos ourensanos son los que más superan este registro", indica Benito Iglesias.

A la cabeza del ranking ourensano están los concellos de Porqueira (40,62%), Castrelo do Val (38,3%) y Melón (37,35%). Mientras, en el extremo opuesto se encuentran Muíños (6,11%), Vilar de Santos (6,68%) y Larouco (8,44%).


¿Qué se puede hacer?


Las soluciones a aplicar para atajar este problema no son sencilla, asegura el presidente de Fegein, especialmente en lo que respecta al medio rural.

"Al tema de la despoblación es muy difícil ponerle remedio, en algunos casos incluso es una utopía", dice Iglesias, que aboga por un frente común de todas las administraciones que derive en una "discriminación positiva" hacia una provincia necesitada de estímulos.

"No son permisibles más olvidos y desprecios hacia Ourense, estamos en una situación de emergencia que requiere la aplicación de planes de choque económicos", apunta el representante de las inmobiliarias.

Además, el colectivo aconseja reducir "lo máximo posible" las trabas para que los ciudadanos puedan acometer rehabilitaciones de inmuebles deteriorados, favoreciendo así el asentamiento en núcleos rurales y reduciendo el abandono de los pueblos.

"El lastre de la burocracia y la inseguridad jurídica urbanística dan al traste con un alto número de rehabilitaciones y reformas, quedando así una buena parte de estas viviendas vacías, con un evidente deterioro y una clara disminución de su valor patrimonial", concluye Benito Iglesias. 

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