AVE EN OURENSE

Y después de las obras, el montaje de la vía y pruebas

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photo_camera Túneles y viaductos de Vilavella.

Vilavella se convertirá en la base de operaciones del AVE para toda la provincia

Una vez terminada la obra de la infraestructura, viaductos, túneles y plataforma para la vía, entre Pedralba de la Pradería y Taboadela, llegará el momento de la superestructura: balasto, traviesas, carril, postes, catenaria, sistemas de comunicación y seguridad...

Todavía quedan meses antes de finalizar la plataforma, en alguno de los tramos, un año o algo más y en el caso de la adaptación de la vía, desde Taboadela a Ourense, alrededor de 15 meses en el mejor de los casos.

Pero para entonces, ya estará en marcha la maquinaria que pone sobre la plataforma toda la superestructura. A diferencia de la primera fase, que ha llevado años, más de los debidos por las paralizaciones de 17 de los subtramos. El montaje de la vía se realiza de una forma rápida. En el tramo precedente al gallego, donde están realizando actualmente esa tarea, el ritmo de montaje es de 8 kilómetros diarios.

Para cuando le llegue el turno al tramo ourensano, las inmediaciones de la estación de Vilavella se convertirán en el centro de operaciones, de llegada de carril, de balasto, de traviesas y de salidas hacia la traza de las traviesas y los carriles, y de los trenes que irán, primero montando el carril sobre las traviesas para formar la vía, y luego el tren del balasto, y los que posteriormente, realizan el bateado, perfilado, etcétera.

Durante ese tiempo Vilavella y su entorno volverán a recobrar el ajetreo que vivieron en plena realización de las obras, cuando los túneles estaban en plena perforación y las brigadas de obreros trabajaban en todos los tajos.

Antes del gran parón, localidades como Vilavella y A Gudiña hacían el agosto con más de quinientas comidas diarias servidas en sus restaurantes al personal que trabajaba en las distintas contratas. En algunos subtramos, alejados de las poblaciones, las empresas disponían de comedores para los trabajadores.

Las obras de la superestructura necesitarán menos de seis meses para su ejecución y arrancarán desde Vilavella para el montaje de la vía pero también lo harán desde Taboadela para que el retraso en los viaductos de As Teixeras no imprima un retraso adicional a estos trabajos.


Después, las pruebas


¿Y después? Llegará el momento de realizar las pruebas. Primero, las pruebas de carga en los viaductos. Pruebas estáticas, con locomotoras arrastrando largas composiciones cargadas de balasto y pruebas dinámicas. Las normas de seguridad en alta velocidad son muy estrictas y abarcan todos los ámbitos. Pruebas de catenaria, pruebas de cortocircuitos, pruebas con los trenes laboratorio, y cuando el Adif finalice todas sus comprobaciones, llegan las pruebas de Renfe. Además de dar formación a los maquinistas para habilitarlos en la conducción por esta línea, tendrá también que probar los sistemas de conducción y seguridad de los trenes que utilice en este recorrido. Trenes que todavía no han sido fabricados, si es que, finalmente, son los futuros AVRIL de Talgo, de rodadura desplazable los que estrenan los 324 kilómetros que separan Olmedo de Ourense, ya que hasta ahora, los trenes que circularon hasta Zamora fueron siempre Alvias, habilitados para circular a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora porque todavía no fue implantado el ERTMS hasta Zamora.

Así que, si las obras son concluidas antes de finalizar 2019, las pruebas consumirán otros seis meses más, como mínimo, lo que aseguraría a Renfe la posibilidad de poder iniciar el servicio comercial por la línea de alta velocidad desde Madrid hasta Taboadela con el cambio de horario del verano de 2020.


Los tramos pendientes


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