Un pontevedrés buscado por abusar de su nieta vivía oculto en A Teixeira

photo_camera Policías nacionales escoltan al detenido en la Comisaría ourensana.
Fue encontrado en un pueblo de A Teixeira, donde estaba escondido desde hace cuatro meses

Un pontevedrés, Juan V.F., de 70 años, llevaba más de cuatro meses escondido en la localidad de Boazo (A Teixeira) tras abusar sexualmente en varias ocasiones de su nieta, menor de edad, en su domicilio en Pontevedra. La Policía Nacional lo localizó y procedió a su detención tras una ardua investigación, que conllevó la solicitud de una orden europea de detención y entrega ante la sospecha de que hubiera buscado refugio en Portugal, donde estuvo siendo buscado.

El detenido es abuelo paterno de la menor y abusaba de ella en varias ocasiones después de que sus padres la dejaran a su cargo. Los investigadores no especificaron las fechas en que se produjeron los abusos y si fueron los padres de la menor los que los denunciaron. Los agentes sí precisaron que iniciaron la investigación a principios del pasado mes de agosto ante la sospecha de que el septuagenario  podría estar oculto en alguno de sus lugares de residencia habituales, lo que conllevó que lo buscaran sin éxito en diferentes puntos del territorio nacional. Al no encontrar rastro suyo, los policías nacionales ampliaron las pesquisas al país vecino, pero tampoco dieron resultado positivo.

La investigación dio un giro a finales del mes de agosto cuando los  agentes descubrieron que el fugado había firmado una autorización para que un vecino de A Teixeira  tuviera acceso a su cuenta corriente y retirara dinero en efectivo. Los investigadores, entre los que estaban agentes del Grupo de Fugitivos y del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Ourense, estrecharon el cerco en la localidad al tiempo que recaban datos sobre las propiedades (inmuebles) del vecino de A Teixeira.

Los policías establecieron turnos de vigilancia durante las 24 horas en los alrededores del pueblo de Boazo con el objetivo de localizar el lugar en que se encontraba el pederasta. 

La vigilancia se llevó a cabo sin que se enteraran los vecinos. El objetivo era no alarmar a los residentes, no levantar sospechas.  Así, comprobaron que el vecino que prestaba ayuda al presunto agresor -tiene antecedentes por estafas- no solamente le retiraba dinero de la cuenta corriente, también le facilitaba los medicamentos  que precisaba, aunque de esta gestión se encargaba más una hija suya que, una vez en la farmacia, alegaba que eran para su padre.

Los agentes contactaron con el médico que había firmado las recetas, que confirmó las sospechas de los investigadores: Las medicinas eran para el pederasta. El facultativo argumentó que era el tratamiento que estaba siguiendo y había prescrito las recetas vía telemática.

Sin vínculos con el pueblo

Los agentes procedieron a la detención del fugitivo, que ingresó en prisión.  Los vecinos de Boazo recordaban ayer que el detenido no tiene ninguna vinculación con el municipio. Comenzaron a percatarse de su presencia hace unos cuatro meses, pero en ningún momento llegó a relacionarse con los residentes. El pederasta pasaba la mayor parte del tiempo recluido en la casa del vecino que le prestaba ayuda, de la que salía solo para pasear. 

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