Detuvo a un kamikaze en la A-52: “Ni sabía dónde estaba"

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photo_camera José Alberto Torres Fontán posa con su camión y la imagen de San Cristóbal, patrón de los conductores.
Interceptó al conductor de 88 años mientras avisaba del peligro: "Lo importante era evitar un accidente"

Un camionero de Caldas de Reis (Pontevedra),  José Alberto Torres Fontán, de 35 años, evitó  en la noche del pasado viernes un posible accidente en la autovía A-52 (Benavente-Porriño), a su paso por A Gudiña, al lograr parar y retirar de la calzada a un conductor, de 88 años, que circulaba en sentido contrario. El infractor accedió por  error a la vía de alta capacidad en el enlace de A Vilavella (A Mezquita) y circulaba por los carriles sentido Benavente en dirección a Verín.


José Alberto Torres también se dirigía a su domicilio en un turismo dejar estacionado su camión en Benavente. A la altura de A Gudiña se percató, pese a la oscuridad y la densa niebla reinante, del coche del octogenario circulando en sentido contrario. "Me acerqué con el coche hacia la mediana y comencé a darles las luces y a hacerle señales para que se detuviera. Pero el conductor no se inmutaba. Creo que ni sabía dónde estaba", afirma el camionero.


El riesgo de una colisión, dada la densa niebla, era muy alto. El transportista, en cuestión de segundos, decidió acelerar y buscar un lugar seguro en el que aparcar su coche –en el enlace de Erosa–. Lo encontró en un hueco de la mediana. A la mayor rapidez posible se colocó un chaleco reflectante, encendió la linterna –un icono de emergencia similar al que utiliza Tráfico– cortó la circulación, logrando parar al octogenario. "Dejé mi coche con las luces de emergencia encendidas y con la linterna, que siempre llevo en el coche, avisé a todos los conductores. Al llegar el coche que iba a contrasentido, lo paré y me hice cargo del volante. El hombre ni sabía el lugar en el que se encontraba", recuerda Torres Fontán. Al mismo tiempo avisó de la situación a la Guardia Civil de Tráfico, que se hizo cargo del coche del conductor octogenario.


Los agentes agradecían ayer su colaboración para evitar lo que podrían haber provocado un accidente con consecuencias graves. La Guardia Civil calificaba su decisión de "heroica", dado que puso su vida en serio peligro al cruzar la calzada y parar el coche del conductor infractor, pero José Alberto Torres restaba importancia y estaría dispuesto a volverlo hacer, "porque lo importante es que no se produjera un accidente", asegura.


La Guardia Civil de Ourense aseguraba ayer  reconocer este tipo de conductas solidarias con el resto de conductores, pero hacía un  llamamiento a la prudencia en caso de verse envuelto en una situación similar, argumentando que  las "actuaciones a pie de carretera son muy peligrosas". Los agentes plantearon que el conductor sea sometido a un reconocimiento psicológico y médico  para comprobar sus actitudes físicas y psicológicas a la hora de conducir un vehículo. 

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