La entidad que reúne a los afectados celebró el día de esta dolencia

Un diagnóstico precoz contra la fibromialgia

El stand informativo que la asociación abrió ayer en el Paseo. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
'Aprender a vivir con el dolor y que sea lo menos invalidante posible'. Con este argumento resume Rosa Vieytes, la trabajadora social de la Asociación de Fibromialgia y Fatiga Crónica de Ourense (AFFOU), una de las premisas que intenta inculcar esta asociación, que ayer conmemoró el Día Internacional de la Fibromialgia. Una efeméride, que la agrupación celebra todos los años desde que se constituyó, en febrero del 2003.
En la actualidad, reúne a 380 socios, la mayoría afectados por la enfermedad, de los que tan sólo unos 15 son hombres. Esta realidad, según Vieytes, se explica porque 'la prevalencia de la enfermedad es mucho mayor en mujeres'.

Esta patología, no visibilizada hasta hace pocos años, provoca un dolor intenso, generalizado y persistente en músculos y articulaciones, según la trabajadora social. Su diagnóstico, es uno de los principales caballos de batalla. 'No hay analítica, ni placa, ni resonancia que diagnostique la enfermedad', afirma. Por ello, es habitual que los pacientes pasen por un sinfín de médicos antes de que se detecte, 'lo que supone un tiempo que ronda los ocho meses', asegura, hecho que también confirma Inmaculada López, vocal de la directiva de AFFOU y afectada por la patología.

Precisamente, por ello, esta asociación reclama que se cree una unidad específica para el tratamiento de la fibromialgia, hecho que, explican, disminuiría los tiempos de diagnóstico. También piden más medios de tratamiento. 'La sanidad pública sólo cubre lo farmacológico', asegura Vieytes, quien explica que 'las infiltraciones de ozono cuestan unos 120 euros en la privada y no dejan de ser un parche, una medida para aliviar puntualmente el dolor'.

Víctor José Álvarez, vecino de Ourense, de 56 años, es uno de los socios de esta asociación y uno de los afectados por esta patología. Se la detectaron en Suiza hace unos 25 años, casi el mismo tiempo que lleva jubilado.'Levo tanto padecéndoa, que xa non penso nela', bromea, pero 'déixase notar', añade. 'Provócame dor en todo o corpo e non son capaz de coller case nada coas mans'. No obstante, también sabe sacar, con humor, partido de ella. 'Non perdo, por nada, ningunha actividade da asociación', zanja, entre risas.

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