Alfonso Rueda pide estar “muy alerta” y mantiene el operativo contra el fuego en época de alto riesgo
Dos incendios en Viana do Bolo y Entrimo quemaron, entre el miércoles y ayer, 70 y 14 hectáreas respectivamente. El primero, en la parroquia de Covelo (Viana), afectó a 30 hectáreas de superficie rasa y 40 de arbolada. El segundo, pese a que quemó menos terreno, entró en el parque natural Baixa-Limia Serra do Xurés.
A estos dos focos se suman otros ocho ocurridos el pasado febrero. En total, ya se quemaron 314 hectáreas en la provincia en lo que va de año. El fuego más grande ocurrió el 7 de febrero en Muíños, donde quedaron arrasadas 160 hectáreas de superficie. Además, otros cuatro afectaron al parque del Xurés y entraron desde Portugal.
La situación anticiclónica, sin lluvias y con bajas temperaturas que favorecieron la aparición de heladas, fue un escenario propicio para que los incendios se reprodujesen con facilidad. Además, Medio Rural determinó que la mayoría de los fuegos invernales habían sido intencionados.
En este sentido, ahora la situación más grave se produce en la provincia vecina, Lugo. Tres incendios, situados en los municipios de Baleira, Alfoz y Viveira, sumaban ayer 1.570 hectáreas calcinadas. A última hora continuaban estabilizados.
El de Baleira es el primer gran incendio forestal del año con 1.400 hectáreas quemadas por el momento. Según la Xunta, supuestamente se habría iniciado por una quema descontrolada.
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda apeló a estar “muy alerta” ante los posibles fuegos forestales, aunque, tras ser preguntado por la posibilidad de adelantar el operativo para combatirlos, indicó que, por el momento, se trabaja para que el dispositivo esté “preparado” cuando llegue “el periodo de riesgo alto”.
Además, recordó que están prohibidas las quemas agrícolas. También defendió que, aunque queda “mucho por hacer”, se hizo “mucho” en lo que respecta a las tareas de desbroce, para tratar de reducir los riesgos antes de verano.
