PRESUPUESTOS

La Diputación, primera de España en aprobar los presupuestos para 2016

La entidad que preside Manuel Baltar sacó adelante las cuentas en un largo pleno, frente a los reproches de la oposición, que asegura que gran parte del gasto presupuestado no se ejecutará

La Diputación de Ourense ya es la primera de España en contar con unos presupuestos para 2016, un hecho que allana enormemente la confección del mapa político para el próximo año. Los 14 votos a favor del grupo mayoritario del PP, frente al 'no' de la oposición, bastaron para que las cuentas fuesen aprobadas inicialmente en el pleno provincial celebrado ayer, el segundo –sin contar el de investidura– del mandato 2015-2019.


Los presupuestos provinciales fueron uno de los 21 puntos incluidos en el orden del día de una sesión plenaria que se prolongó durante cinco horas exactas, una de ellas dedicada íntegramente a su debate. Precisamente, uno de los principales reproches de los grupos de la oposición fue la no convocatoria de un pleno extraordinario que incluyese los presupuestos como tema único.
"Son unhas contas realistas e coherentes, elaboradas concienzudamente dende o rigor e a prudencia", defendió el portavoz popular, Plácido Álvarez, que recordó el aumento en un 2,6% que presentan respecto a los del presente año. Los 77,7 millones de euros que contemplan este año "veñen a demostrar unha vez máis a progresiva recuperación da facenda municipal", según el representante del grupo de gobierno.


Álvarez señaló que los objetivos de los presupuestos provinciales son "potenciar os servizos sociais, o medio ambiente, a cooperación cos concellos e o desenvolvemento da provincia", prioridades que se encuadran dentro de la línea de acción del Plan 'Ourense 15-19', defendió el portavoz popular.
Si bien el BNG fue el único que presentó una enmienda a la totalidad –rechazada por el PP–, la oposición fue unánime a la hora de reprochar las cuentas provinciales. Ignacio Gómez, portavoz del PSdeG, los calificó de "ilusión óptica" y acusó a la Diputación "de non ter planificados os dereitos dos concellos, as asociacións culturais, veciñais, deportivas ou medioambientais".
El portavoz socialista lamentó que la provincia "siga a ocupar os derradeiros postos en moitos aspectos que a están facendo esmorecer lentamente" y manifestó su descontento por que la documentación carecía de una memoria explicativa de su contenido, "así como da liquidación do exercicio anterior e un balance do corrente"; aunque posteriormente Plácido Álvarez respondió que esta información sí que estaba incluida. "A aprobación en setembro, que consideran un grande logro, non deixa de ser unha estratexia de propaganda política", criticó Gómez.


El portavoz de DO, Gonzalo Pérez Jácome, criticó el gasto en personal, así como en acciones encaminadas a la promoción turística de la provincia. Volviendo a tachar el termalismo como "un bluf, como lo fueron las casas rurales", Jácome criticó los 1.250.000 euros destinados al Plan Termal, detallando que "son 3.400 euros al día, que de ningún modo igualan los visitantes diarios a Ourense". "Se podría invitar a 35.000 personas a que viniesen a pasar una noche termal a la provincia con ese dinero, y sería algo más beneficioso", afirmó el representante de DO.
El diputado del BNG, Ramiro Rodríguez, también se sumó a las críticas a los "orzamentos da resignación", a los que tildó de "puro artificio contable". Criticando la "inconcreción" de los planes provinciales que se recogen en las cuentas, el portavoz nacionalista enfocó sus críticas hacia el Inorde, cuya supresión exigió.

Cuenta general de 2014
La sesión plenaria también incluyó un debate del informe de la cuenta general del ejercicio 2014, que salió adelante gracias a los votos a favor del PP, frente a la negativa de PSdeG y BNG, y la abstención de DO.


La oposición censuró la "política de anuncios rimbombantes" y el "maquillaje" de las cifras, con un Ignacio Gómez que se mostró especialmente crítico con el debate "de puntillas" al que fue sometido este punto y que aseguró que "o 90% dos concellos víronse obrigados a devolver as súas subvencións". Por su parte, Plácido Álvarez defendió que este documento "é o reflexo definitivo da xestión económica da Deputación", que se tradujo en un superávit "histórico".

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