La brecha de seguridad afectó también al fichero de nóminas
Poco a poco, la Diputación ourensana trata de recuperar la normalidad en sus servicios informáticos después del pirateo sufrido recientemente en un ataque informático que trataba de desviar a una cuenta privada fondos de subvenciones concedidas por la institución provincial.
En la tarde de ayer, se volvió a poner en marcha la sede electrónica de la Diputación, clave para la realización de distintos trámites para la ciudadanía, pero también necesario para que los representantes políticos pudiesen acceder a la documentación del próximo pleno de la institución.
El ataque sufrido obligó a activar una alerta a todos los niveles, ya que como informó el vicesecretario de la Diputación, Juan Marquina, los piratas informáticos pudieron tener acceso incluso al fichero de las nóminas de todos los trabajadores de la institución, donde están todos los datos personales y también, lógicamente, el de la cuenta bancaria.
Esa brecha de seguridad fue rápidamente comunicada a la Agencia Española de Protección de Datos en el plazo de 72 horas legalmente previsto, aunque el escrito del vicesecretario recomendaba a todos los empleados comprobar que no habían existido movimientos bancarios anormales en los últimos días.
El "hackeo" ha dejado también a medio gas a los grupos políticos, que ayer seguían sin poder trabajar en sus equipos informáticos, priorizando los técnicos de la Diputación las soluciones en servicios de mayor importancia como pueden ser Recursos Humanos o Intervención.
Los partidos de la Corporación no tenían ayer todavía constancia de en qué momento se restablecerá totalmente la actividad para poder operar a pleno rendimiento.
