Galicia posee la red ferroviaria más heterogénea de toda España. Con una longitud aproximada de 1.250 kilómetros, encontraremos una línea de ancho métrico, que discurre por la cornisa cantábrica desde Ferrol a Ribadeo. Algo más de 450 kilómetros de vía única sin electrificar. Hay 270 kilómetros de vía única, electrificada con 3.000 voltios de corriente continua. Unos 155 kilómetros de vía doble de ancho ibérico, con 25.000 voltios de corriente alterna en el Eje Atlántico, donde existen bifurcaciones y ramales, como el de Redondela a Arcade o el del puerto de Marín, que están sin electrificar. Y, el punto más complejo llega con la línea de alta velocidad: en los 176 kilómetros que discurren en suelo gallego, desde la salida del túnel de A Canda hasta la estación de Compostela nos vamos a encontrar con algo más de un kilómetro de vía única de ancho estándar, 71, de vía doble y mismo ancho, 16 de vía única y ancho mixto y 88 de vía doble y ancho ibérico. Un mosaico que frena la llegada de los competidores a Renfe porque el operador público español, acostumbrado a semejante diversidad, es el único que dispone de trenes capaces de circular por un mosaico tan diverso, sin necesidad de transbordo.
Iryo es la única empresa ferroviaria que ha anunciado su compromiso de traer sus trenes de alta velocidad a Galicia. En su mapa de futuras operaciones incluía una línea hasta A Coruña y cree que para 2026 dispondrá de trenes tipo AVRIL para poder cumplir ese objetivo. Pero la francesa Ouigo ya ha renunciado a esa opción porque no cuenta en su flota ni en sus planes de expansión, con trenes de ancho variable.
Pero el ancho de vía no es el único obstáculo porque y antes que las competidoras a Renfe en la alta velocidad, puso su mirada en Galicia, la alemana Arriva. Tras una ardua lucha por lograr autorización para unir A Coruña con Oporto con cuatro frecuencias diarias por sentido, se encontró con un obstáculo diferente: desde Oporto hasta A Coruña hay vía electrificada a 25.000 voltios de corriente continua entre Oporto y Valença do Minho, 3.000 voltios desde Tui a Vigo-Guixar (no existe posibilidad de conectar con Vigo-Urzaiz), sin catenaria entre Redondela y Arcade y de nuevo 25.000 voltios de alterna desde ahí hasta A Coruña. Solo Renfe tiene trenes para tan rocambolesca combinación. Incluso Comboios de Portugal, que gestiona el servicio internacional entre Vigo y Oporto, tiene que alquilarle a Renfe los veteranos automotores con los que realiza el “Tren Celta”
El tramo Ourense-Santiago había sido licitado y adjudicado para ancho estándar, pero terminó montándose en ibérico para facilitar los Avant y Alvia hasta A Coruña. Hace un año la Xunta planteó alternativas para que ese tramo migrase al mismo ancho que el resto de las líneas de alta velocidad.
Pero el Ministerio de Transportes y más concretamente Adif, no solo no quiere comprometerse con plazos sino que ha exportado el modelo del tramo gallego a otros territorios, como Extremadura, donde no solo se ha estrenado su primer tramo en ancho ibérico, sino que además se hizo con los mismos Alvia híbridos que en Galicia porque la electrificación no está montada.
