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"Díxome que o botaran ó canal", dice un testigo del caso Esmorga

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photo_camera Óscar Estévez López explica al jurado cómo Brais abrazó a Alexandru Boghiu para que no les pegase. (XESÚS FARIÑAS)

Óscar Estévez niega que arrojase al río a Alexandru y atribuye su caída al río a un mero accidente

El segundo día del juicio por el llamado crimen de "A esmorga" no sonrió a los acusados, Óscar Estévez López y Eduardo López Fernández. Aunque el primero declaró por espacio de casi tres horas para atribuir la muerte del joven Alexandru Walter Boghiu en la madrugada del 20 de diciembre de 2014 a un accidente en el contexto de una agresión previa que trató de repeler, negando el asesinato que les imputa la fiscal y la acusación particular -la madre de la víctima-, el testimonio posterior de un amigo complicó su historia.

Brais P.V. (27 años), a preguntas de la fiscal, aseguró que Óscar le había confesado en privado ese mismo día que "houbera unha pelexa e o botaran ó canal", pero que no se lo creyó.  Este testigo estuvo con los inculpados y el fallecido momentos antes en la casa de Eduardo en Cameixa, en donde ya hubo golpes. Por esta razón, llegó a estar imputado en un delito de lesiones al joven Boghiu en relación a la pelea ocurrida en ese escenario, aunque durante la segunda sesión solo reconoció que le dio "un bofetón ou dous". Finalmente, no fue juzgado porque la demora en la instrucción jugó a favor de la prescripción. Tampoco estuvo investigado por el asesinato ya que tanto Brais como la mujer de Eduardo desaparecieron de la escena tras el incidente en la vivienda.


En singular


Y aunque en un principio habló en plural a la hora de atribuir la acción criminal, precisó que, en otra conversación en la Finca Fierro de Ourense, en la que también estaban Eduardo y su mujer Pilar, Óscar aseguró que había sido él quien lo había arrojado al agua y que Eduardo estaba presente cuando ocurrió. Este último incluso le habría pedido que le perdonase la vida a Alexandru.

Este mismo testigo relató que la esposa de Eduardo, cuando se enteró que había aparecido un cadáver en el embalse de Albarellos, pensó en Alexandru ya que en la casa de Cameixa había escuchado que los inculpados "ían tirar ó rumano ao embalse".

La declaración de este testigo sirvió para apuntalar la tesis de las acusaciones para cuestionar la versión de los inculpados de que no fueron al canal del río Viñao ex profeso (pararon allí porque Alexandru hirió con un cuchillo a Óscar) sino que pasaron por ese lugar en dirección a Vilachá, la casa de otro amigo, Manolo. Brais P.V. llevó a este último a su casa y no fue por ahí. Tan siquiera conocía esa ruta.

Desmontó la versión de los inculpados sobre el papel activo de la víctima en la pelea de Cameixa. "Eu non vin a Alex pegarlles", matizando que había intentado sujetar a Óscar para que no diera patadas y puñetazos al chico (dice que vio cómo le golpeaba la cabeza contra el suelo).

Ahora bien, no recuerda que él declarase en el juzgado haber escuchado a los acusados decir al fallecido "come o teu último chourizo" a modo anticipatorio de la muerte que le esperaba.

En esta segunda jornada, declararon muchos de los jóvenes que compartieron juerga con los inculpados o la víctima. Una noche que comenzó a las 10 de la noche del 19 de diciembre y acabó casi 12 horas después. El juicio continúa hoy a las 09,30 horas. 

“Non dixen un rumano menos, é unha mentira como unha casa"

Óscar Estévez  López niega la muerte homicida. Reconoció que se enzarzó con Alexandru en el canal del río Viñao, cuando  Eduardo López detuvo el coche porque el joven rumano le había atacado con un objeto cortante. Explicó que ambos cayeron al suelo al tratar de evitar que soltara el cuchillo y que de repente ya vio a Alexandru en el río, sin saber cómo cayó. Y, aunque en ese momento, tal como dijo, Eduardo estaba mirando la cazadora, precisó a preguntas de su abogado que no se consideraba el único responsable.

Contradijo a su compañero de banquillo en varias ocasiones. Así, Óscar dice que siempre viajó en el asiento de atrás con Alexandru contrariamente a lo manifestado por Eduardo (comenzó el viaje yendo adelante).

El inculpado negó, con explicación incluida, que hubiera dicho "un rumano menos" cuando el chico estaba en el río, tal como declaró Eduardo el primer día del juicio. "Eso é unha mentira como unha casa porque eu nunca tiven problemas cos estranxeiros". También negó que él dijese "un rumano de mierda, lo volvería a hacer", una frase por la que le preguntó la fiscal.

Óscar asegura que intentó ayudar a la víctima cuando la vio en el agua y que incluso se metió dentro del canal pero que la corriente lo arrastró por un túnel. Posteriormente, siguieron inspeccionando la zona, ya en el coche, a ver si lo veían.

Este inculpado declaró que estaba muy nervioso por todo lo sucedido durante una noche en la que bebió mucho alcohol e incluso tomó cocaína.

También restó importancia al  "intercambio de puñetazos" en Cameixa, en los que atribuyó un papel protagonista a Alexandru: "Púxose faltón, escupiu o chourizo e orinou na nevera". 

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