El doctor ourensano Federico Martinón ingresa en la Real Academia de Medicina

photo_camera El doctor Federico Martinón, durante su discurso de ingreso en la Academia.
El doctor ourensano, Federico Martinón, ingresó como Académico Numerario del sillón de Pediatría heredado de José Peña Guitián

El doctor ourensano Federico Martinón Torres ingresó ayer como Académico Numerario del sillón de Pediatría de la Real Academia de Medicina de Galicia en el transcurso de una sesión solemne celebrada en la sede coruñesa de la corporación, que contó con la presencia, entre otras personalidades, del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña.

Martinón afirma sentir “una enorme felicidad y enorme responsabilidad” tras el nombramiento, y tiene el objetivo de “hacerlo lo mejor posible y con toda la humildad, teniendo en cuenta con quién me codeo”. El presidente de la RAMG, Francisco Martelo Villar, recibió al doctor ourensano reputándolo por el “digno heredero” del lugar que ocupó el profesor José Peña Guitián, considerado el padre de la pediatría gallega. Martinón dice que esta comparación “todavía me enorgullece más y eleva el desafío y el honor que para mí supone estar en la Academia”. Lo conoció personal y profesionalmente y aprendió de él: “Ocupar su sillón tiene un valor adicional”.

El pediatra entró en la RAMG con el discurso “Infecciones, vacunas y pediatría”. En él trata la inmunización infantil, repasando los ejemplos de la enfermedad meningocócica o el virus respiratorio sincitial (VRS), “el verdadero covid de los niños”. “Las razones fundamentales de mi discurso son que no hay futuro si no hay niños, la principal causa de mortalidad infantil en el mundo son las infecciones y la mejor manera de prevenirlo son las vacunas”, explica.

Sobre el escepticismo en parte de la sociedad frente a las vacunas, cree que “son víctimas de su propio éxito. Cuando dejamos de ver el problema, gracias a este éxito, bajamos la tensión y la preocupación al respecto”. Y lo aclara con el paradigma de la pandemia de covid: “Todo el mundo estaba loco por vacunarse. A medida que evolucionó, en parte gracias a las vacunas, la gente se hizo más reticente a ponerse las siguientes dosis”. Aun así, valora que “en nuestro país la aceptación de las vacunas es muy elevada”, a pesar de que subraya la necesidad de informar y educar sobre ello desde la infancia. “No hay ninguna medida más eficiente ni que tenga más impacto”, sentencia.

Los retos de la pediatría

Para el nuevo académico de número, los retos de la pediatría son tres. El primero, la población, ya que el crecimiento natural es negativo. “No es un problema solo para los pediatras, sino para el futuro de la humanidad”. Así, puso en valor las iniciativas “que se dediquen a promocionar y proteger la vida”.

El segundo reto, que “el tipo de asistencia que los niños necesitan se ha ido modificando”. Martinón explica que hay pacientes que “salen adelante gracias a la medicina, pero que necesitan cuidados especiales. Es un perfil que se ha ido incrementando con el tiempo”. Y último, la superespecialización. “Tenemos que garantizar que determinadas patologías sean atendidas dentro de la pediatría por los superespecialistas adecuados, pero sin perder la visión del pediatra general”, opina Martinón.

De vuelta sobre el nombramiento, Martinón aprecia el logro. “Es un revulsivo y un impulso para seguir trabajando y superando nuevos retos”. ¿Que a quién se lo dedica? “A todas las personas que me empujan en el día a día. He seguido la máxima de rodearme de gente mucho más lista y más generosa que yo”, dice antes de concluir: “El mérito es de todos ellos”.

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