Estafa

El don Juan preso, arrepentido de haber engañado a la víctima

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photo_camera La víctima muestra la carta del presunto estafador.
Pide a la vecina de Cualedro que vaya a verlo y que le ayude para poder llamarla desde un móvil

Carlos Javier Peláez Zamora, de 46 años, el don Juan que permanece desde el pasado día 16 en la prisión de Pereiro de Aguiar por estafar a mujeres en todo el territorio nacional, pide perdón a la víctima de Cualedro con la que convivía en Verín desde principios del pasado verano. Lo hace en una carta que el envió desde el centro penitenciario: "Estoy arrepentido de haberte engañado. Estoy arrepentido de no haberte contado toda la verdad", asegura textualmente en la misiva, que ya fue depositada ante la Guardia Civil.

El presunto estafador le pide que vaya a verlo a la cárcel. En la carta, un folio escrito por las dos caras, le dice hasta en tres ocasiones "te quiero muchísimo", al tiempo que le suplica que no lo deje: "Yo estaba contigo porque te quiero, no por lo que tienes. Juntos podemos superar los problemas", argumenta.

Peláez Zamora, además de recordar con insistencia a la víctima lo mucho que la quiere, le suplica  que le mande un papel firmado por una determinada compañía de telefonía móvil para poder utilizar un teléfono móvil y comunicarse con ella. Encabeza la carta con esta petición, tras saludarla: "Hola cariño. Lo primero es decirte que no puedo llamarte porque necesito que mandes un papel de la compañía de teléfono para poder hacerlo", escribe. 

La vecina de Cualedro no tiene previsto comunicarse con él. "El teléfono es mío y precisa que yo lo autorice ante la compañía para poder utilizarlo, pero no quiero saber nada , ya me fastidió bastante. Ni cariño ni nada, que se vaya con su cuento a otra parte", afirma la vecina de Cualedro, recordando que la engañó "como si fuera una quinceañera. Caí como una tonta, sin desconfiar de nada", lamenta.

La vecina de Cualedro conoció al presunto estafado a través de internet, tras hacerse pasar por Ramón Arde González. Además,  según dice la mujer, le aseguró que era legionario y que trabajaba en Madrid. Su misión era elaborar los horarios del personal que se dedicaba a escoltar mandos militares. "En verano se vino a vivir conmigo argumentando que el trabajo lo hacía desde el móvil. Además,  me dijo que había pedido el traslado para una oficina del Ministerio de Defensa en Ourense, en la calle del Paseo de la ciudad", explica la víctima, preguntándose "como pude creerlo".

El presunto estafador se hizo con las joyas que tenía la mujer y todo su dinero. "Es un experto en manejar teléfonos y con un ordenador ya ni te cuento", recuerda, puntualizando que todo el dinero que le entregó lo transfirió a un cuenta bancaria. "Me dijo que había adquirido un terreno por 1.600.000 euros en Allariz. Que ya tenía tres constructores para urbanizar el suelo y dispondríamos de una casa para vivir", relata la víctima. "Lo creí. Me convenció, me dijo que tenía un amigo que se llamaba Carlos Javier Peláez Zamora (su verdadero nombre), que se estaba encargando de todo", añade la mujer, sorprendida al descubrir que ese amigo no existía."Era él mismo, pero no se cómo hizo, llegó a enviar mensajes del supuesto amigo que no existía a su propio teléfono", recuerda la vecina de Cualedro. 


Marca en las joyas para identificarlas en caso de un robo


El presunto estafador, según recuerda su víctima, se hizo con sus joyas (varias cadenas, relojes, anillos y colgantes) después de decirle que conocía una casa en Madrid donde incrustaban a cada una de las piezas una contraseña que, caso de robo, permitía recuperarlas de inmediato.

La vecina de Cualedro se las entregó, "pero a día de hoy aún no las recuperé", lamenta.

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