Por donde iban los carros de vacas

A la vieja C-546 le rompen todas las costuras. Única alternativa a la N-120, ni está preparada para semejante volumen de tráfico ni el mantenimiento es el deseable. 

En la década de los 90, la N-120 (conocida aún como la carretera de Os Peares) acabó absorbiendo casi todo el tráfico de la C-546, también denominada ahora como N-120A. Esta quedó como una vía de conexión para las aldeas que van desde Velle a la zona de Penalba, unos 17 kilómetros. El despoblamiento y la pérdida de tráfico cedieron paso al silencio. La densidad de circulación bajó drásticamente. 

Con ello la desidia en el mantenimiento, obviar el mantener la maleza a raya, dejar para mejor ocasión reparar las losetas de las aceras, ni siquiera parchear al menos las zonas más descuidadas. Ahora ha despertado de golpe la vieja carretera. El tráfico es excesivo para el vial, los sustos son habituales y los días se suceden sin que las soluciones vengan. La lluvia ha venido a sumarse a los riesgos, ya obvios. La hojarasca en las orillas del vial añaden riesgo si el conductor no mide el peligro.

En Velle, Vilariño o Melias hace años que no ven pasar tantos coches delante de sus narices. 

Atrás queda la ruta del Auto Industrial (ahora Monbus) haciendo la ruta hacia Monforte. Por el camino se ha quedado también la empresa Cercanías, que llegaba a Vilariño. Para el recuerdo las empresas Freire o Los Americanos rumbo a las ferias de Ferreira de Pantón, Escairón o Monforte de Lemos.

En el recuerdo también los camiones de los arrieros para comprar vino, los carros de vacas usados para el transporte doméstico que iban igualmente por la carretera por la que hoy transita un autocar. Aquel trazado es el mismo de hoy, pero la densidad de circulación se ha multiplicado por la enésima potencia. 

Los puentes de Quintela de Velle, de Ouriz o de Nespereira son curvas en herradura estrechas y sin visibilidad. Uno de los dos vehículos debe ceder el paso, pero no siempre ocurre. Dar marcha atrás es una opción habitual si no se quiere medir la distancia al vacío o una colisión frontal.

Lo que fue una curiosidad cuando se cortó la carretera N-120 por culpa del desprendimiento es ahora una molestia y un riesgo que advierten los vecinos. Los coches hacen por el vial antiguo el trayecto hasta el comienzo de Melias si van en dirección Os Peares, allí pueden coger a la N-120. La misma operación en sentido contrario. Para llegar hay que superar un repecho del 20%. Lo que faltaba. 

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