El ya expresidente de la empresa que lleva su nombre es de mayo de 1950. Es el máximo accionista de la compañía que presidió desde 1992, manteniendo ahora el 31,5% de los títulos. Ha sido capaz de crear una firma a imagen y semejanza de su creador. Pujante y lúcido para interpretar una tela, fue la gasolina de la firma pero en las últimas décadas había que conciliar creatividad y gestión, y este último apartado fue una vía de agua.
Los años buenos fueron los de la década de los 80 (entró a ella con 30 años), con el manido eslogan de la arruga es bella y frases similares que hicieron fortuna. Irrumpió en una España que hacía nada había roto amarras con la naftalina y el alcanfor de la dictadura y una generación ávida de cultivar eso de "ser moderno" le llevó en volandas. La costura rimaba con cultura y Adolfo labró una marca que era él, era su propia personalidad. Escucharle era un soplo de frescura y lo mismo decía que prefería el sonido de una máquina de coser a una sinfonía de Mahler que provocaba a auditorios explicando formas de vida o de entender las relaciones laborales aún inéditas en España.
La marca abrió tiendas en el extranjero desde 1980, fue la primera en lanzar un perfume (Agua Fresca, 1990), o la primera en salir a Bolsa (1997). Afrontó avatares como el incendio de la fábrica de San Cibrao en 1991, pero también resolvió bien la opa hostil que en el 2001 lanzó el grupo Cortefiel contra la empresa.
La marca mantuvo una aceptable velocidad de crucero hasta la crisis del 2008. Un año después avisó a su consejo de administración: "Nos esperan años muy turbulentos". Y acertó. Una azarosa sucesión de errores en la gestión provocaron una mirada introspectiva, buscando la solución en casa, en su hija Adriana, que entró a la estructura de la empresa cuando la firma perdía dinero a manos llenas.
No había perdido el tiempo. Educada en el ámbito internacional, domina cinco idiomas. Es licenciada en Ciencias Empresariales Internacionales por ICADE y CESEM (Francia) y por el The Lee Strasberg Theatre Institute de Nueva York. Tiene el máster de Pensamiento en la Escuela Contemporánea de Humanidades de Madrid. Entre 2017 y 2020 ha relanzado la compañía, con un aumento de las ventas comparables de más del 22% y una subida de su facturación online del 108%. La nueva gestión "ha permitido a la firma obtener sus mejores resultados en diez años, con resultado operativo positivo desde 2018/19", subraya la firma ourensana.
Pero la empresa ahora está prácticamente en el dique seco por culpa de la pandemia y cerca de 900 trabajadores están en un ERTE hasta julio del año que viene. Adolfo sumará su experiencia desde el consejo, cuyo asiento conserva. Seguirá dándose una vuelta por la fábrica para ver cómo va aquello. Seguirá escribiendo y viajando (en Hispanoamérica le veneran) y tendrá más tiempo lejos de la tensión de las colecciones y los escaparates. Hace ya tiempo que no se le ve en su Golf descapotable, pelo al viento, haga el tiempo que haga. Son otros tiempos ya. No son, ni de lejos, aquellos ochenta.
