Hace 14 años que los misioneros ourensanos iniciaron una tradición que permite un viaje por todo el planeta a través de pesebres hechos a mano en aquellos destinos en los que prestaron ayuda. El Obispado de Ourense inaugura un año más su exposición "Belenes de Mundo", 35 obras que forman parte de una colección de 200 belenes, procedentes de América y África, principales destinos de las misiones. Los primeros visitantes se trasladaron ayer a Chile y a sus figuritas de barro policromado, a Colombia con María y José realizados en la hoja de palma típica de Colombia o a las preciosas decoraciones en ébano de diversos países africanos. La riqueza cultural del mundo, hecha pesebre, se exhibe en el Obispado de Ourense hasta la víspera de Reyes, en horario de 10,00 a 14,00 horas. También hay un guiño a artistas ourensanos que cedieron sus obras.
El obispo, Leonardo Lemos, bendijo los belenes a primera hora de la mañana, en un encuentro sencillo con sacerdotes y rememorando las inauguraciones anteriores a la pandemia, con gran afluencia de amantes de los belenes del mundo. "Se planteó la posibilidad de no hacer este año la exposición, pero hemos pensado que sí era necesaria. Poner un belén significa abrir nuestro corazón a la luz", reflexiona el prelado.
Un ilusionado Francisco José Prieto, vicario de Evangelización, hizo de guía a los que ayer se acercaron a la muestra. "É un clásico do Nadal en Ourense. África está con esa cor negra, o ébano, as figuras estilizadas... En Perú non falta unha llama no belén", repasa. Inevitablemente, hace memoria de otros años en los que cientos de escolares visitaban los pesebres. "Uns nenos sorprendíanse porque en Alaska no portal de Belén o que había era un oso polar e unha foca. O atractivo é a diversidade de culturas. Nestes tempos, os ourensáns poden viaxar a lugares lonxanos desde aquí. Toca adaptarse".