SIGUE LA POLÉMICA

Los ediles díscolos seguirán suspendidos de su militancia

El alcalde no variará en su decisión al desvincular el fallo sobre García Gago de la actitud de los críticos

La pretensión de los cinco ediles díscolos de la ciudad de lograr de nuevo la militancia plena en el PSdeG y conseguir que el considerado líder de todos ellos, Antonio Rodríguez Penín, recupere las competencias que le retiró el alcalde, va para largo; o no va. El regidor socialista, Agustín Fernández, declaró ayer, en una comparecencia pública para la presentación del próximo Rally de Ourense, que no tiene intención de rectificar su actitud tras la sentencia judicial que permite al asesor jurídico adjunto del Concello, Javier García Gago, compatibilizar su trabajo municipal con el de profesor asociado en la Universidad de Vigo. Fue el apoyo de los díscolos a este funcionario el que abrió la crisis todavía vigente en el gobierno municipal, al ausentarse del pleno de diciembre para evitar votar contra esa compatibilidad de trabajos, como pretendía el regidor.

Pero la resolución judicial, que ha llenado de razón a los díscolos respecto a aquella decisión, según declararon ellos mismos, "no cambió nada respecto a la situación" de los críticos, según el alcalde, que quiso dejar claro que, por un lado, los expedientes informativos abiertos por la ejecutiva local y autonómica a los cinco ediles se debieron "a desobedecer la orden de la ejecutiva de asistir a las juntas de gobierno local"; por otro, precisó que retiró las competencias municipales a Penín por "pérdida de confianza", eso sí, tres días después de la "espantada" en aquella sesión plenaria.

Según Fernández, no tiene que pedir perdón a los concejales críticos, como reclamaron éstos el miércoles, porque "la sentencia en la que el juez da la compatibilidad al funcionario simplemente pone fin a un procedimiento administrativo que es uno de tantos", del mismo modo que tampoco variaría la situación de los díscolos en el partido y en el gobierno local si la resolución fuese contraria a la pretensión del funcionario.

Precisamente, la junta municipal de gobierno de ayer acordó, fuera del orden del día de la misma, anular el expediente sancionador que pretendía instruir contra García Gago. Según precisaron fuentes del gobierno local, se acordó esta medida al conocer que el juez, en sentencia firme, otorgaba la compatibilidad al técnico por silencio administrativo positivo. Pero también influyó el hecho de que los propios compañeros de Gago fuesen reacios a ejercer de juez instructor del expediente, abierto a través de un acuerdo de una junta de gobierno anterior porque seguía dando clases pese a que no se había resuelto su compatibilidad. De hecho, al menos dos técnicos de alto rango en el Consistorio alegaron amistad y enemistad manifiesta para eludir esa instrucción.

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