Exportaciones

EEUU, más cerca sin aranceles

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photo_camera Descarga de uvas en la Cooperativa Valdeorras. Esta D.O. tiene a EEUU como prinicipal destino. // José Cruz
Bodegas ourensanas hacen balance tras la eliminación de los impuestos al intercambio comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea: “Volver a la situación anterior a Trump apaciguó las aguas. La libertad es importante, y nos la habían quitado”

Medio año después del fin de los aranceles con EEUU, que gravaron durante 18 meses diferentes alimentos y bebidas, como el aceite de oliva o el vino, el sector agroalimentario hace balance. Las bodegas ourensanas vieron encarecido su producto en dicho país desde octubre de 2019 hasta marzo de 2021, cuando la Unión Europea y los Estados Unidos sellaron un acuerdo comercial para eliminar este sobrecoste.

La D.O. Valdeorras tiene a EEUU como primer mercado exportador, por lo que su presidente, José Luis García, califica la retirada de los aranceles como “unha alegría”. Los gestores de Godeval, perteneciente a esta D.O., añaden que “os aranceis quitaran moito diñeiro do mercado. Hoxe en día, co impulso da súa retirada nos últimos meses, o noso nivel de exportacións a EEUU é un 50% superior ao de 2019”. 

 

EL PRESIDENTE DE LA D.O. VALDEORRAS, CON EEUU COMO PRINCIPAL DESTINO, VALORA LA SUPRESIÓN DE ARANCELES: “FOI UNHA ALEGRÍA”

Mercedes Martínez, secretaria de la D.O. Ribeira Sacra, recuerda que, en su caso, “el año de mayor envío de producción a EEUU fue 2018, pero luego se impusieron los aranceles e hicieron su efecto, siendo este un país prioritario para nosotros”. No obstante, en el intento de compensar las restricciones, las bodegas de esta D.O. lograron abrirse a nuevos mercados internacionales. Desde Ronsel do Sil explican que “volver a la situación anterior a Trump supuso apaciguar las aguas y que volvamos a exportar. La libertad es importante y nos la habían quitado”.  Esta bodega, que destina parte de su protección al norte de América y Europa, tiene a EEUU como uno de sus clientes fijos. 

En cuanto a la D.O. Ribeiro, su presidente, Juan Manuel Casares, valora el progreso de los últimos meses, cuando “todo o que sexan medidas hiperproteccionistas ten un efecto negativo. Débese fomentar a internacionalización”. Andrés Rodríguez preside Viña Costeira, cooperativa que genera casi la mitad de la producción de esta D.O. El empresario explica que “en nuestro caso, no sufrimos demasiado el efecto de los aranceles, porque no tenemos productos de primer precio, sino de valor añadido, por lo que casi no habíamos caído en ventas mientras se derrumbaban los vinos de mesa de otras zonas de España. Cuando te suben un 15% el precio y hay bienes sustitutivos, literalmente dejas de vender”. No obstante, ahora “hubo cierto repunte, algo más de alegría”, destaca el empresario.

PEDRO PAZ APRECIA UN PROBLEMA LATENTE: “LOS IMPORTADORES A ESTADOS UNIDOS SON LOS QUE SE QUEDAN EL MAYOR MARGEN DE BENEFICIOS”

 

Desde la bodega Pazo Tizón (D.O. Ribeiro), Pedro Paz añade otro problema con la exportación a EEUU que aún se mantiene. “Los importadores gravan mucho el producto. Su margen de beneficio es mayor en este caso que para cualquier otro país. Y, además, los precios del transporte marítimo se multiplicaron por cuatro. Nosotros exportamos a Cuba y mandar un contenedor a La Habana, que antes suponía 2.500 euros, ahora cuesta 10.000. Y con EEUU ocurre algo similar”, sostiene. También exporta vino a China y Corea. Hasta allí, “el envío de un contenedor, que costaba menos de 3.000 dólares, ahora supera los 12.000”. 

Por lo tanto, matiza, “los aranceles son una ayuda, pero lo que ahorras ahora en ellos se gasta en los barcos. Las compañías de transporte marítimo se unieron, ajustando los precios”, critica. Además, “los pedidos se están retrasando, y el vino es un producto que no debería pasar dos meses mar adentro, cuando pueden registrarse humedades en el barco que dañen la mercancía y su etiquetado”.

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