La concejalía de Infraestructuras aún no puede disponer en su presupuesto de los 12,8 milones aprobados en noviembre
La ejecución de las 76 obras contempladas en el plan de inversiones que tiene entre manos el Concello de Ourense, con un presupuesto que supera los 12,8 millones de euros, se encuentra actualmente en punto muerto por cuestiones burocráticas, tal y como confirma el coordinador de la Concejalía de Infraestructuras, Ismael Méndez. En un escrito publicado en la web municipal explica que el departamento "no tiene actualmente ninguna obra en curso al estar pendiente de la incorporación del remanente de tesorería para iniciar los trámites administrativos".
La próxima semana se cumplirán cuatro meses desde que el pleno del Concello, con los votos a favor de PP y PSOE, diese luz verde a la modificación de crédito de 12,8 millones necesaria para financiar los trabajos, toda vez que la ciudad se sigue gestionando con los presupuestos prorrogados de 2014, lo que impide ejecutar nuevas inversiones.
Sin embargo, la inyección económica a las cuentas municipales está pendiente de que el área de Facenda cierre el ejercicio contable de 2016 para incorporar los fondos a las partidas correspondientes, que incluirán casi 10,8 millones a nuevas pavimentaciones y obras en calles, 1,2 millones a actuaciones en parques y zonas verdes, 771.000 euros a saneamiento y abastecimiento, y 124.000 a mejorar el alumbrado público.
Esta situación, como confirma el concejal responsable de Infraestructuras, José Araújo, impide a los técnicos avanzar en la tramitación de los proyectos, bloqueando en muchos casos incluso su redacción, generando un retraso en su posterior ejecución. Recuerda el edil que las actuaciones con importes superiores a 50.000 euros (prácticamente el 75%) tendrán que pasar todavía por Contratación para ser licitadas y adjudicadas.
Más de una treintena de asociaciones vecinales incluyeron sus reivindicaciones
Este plan de inversiones del Concello de Ourense comenzó a fraguarse después de que el gobierno municipal realizase una ronda de contactos por las diferentes asociaciones vecinales, que fueron las que propusieron los proyectos que, finalmente, se incluyeron en el documento.
En la lista de 76 obras prevalecen las aportaciones surgidas desde colectivos integrados en la Agrupación Miño, que aporta 37, y la Federación Limiar, 29, mientras que una decena se corresponden con propuestas llegadas desde asociaciones independientes. En concreto, hasta 32 colectivos vecinales han logrado plasmar alguna reivindicación.
Las actuaciones programadas por el Concello pretenden llegar a todos los rincones del municipio, aunque algunos barrios se beneficiarán en mayor medida, según el reparto decidido entre las asociaciones vecinales y los técnicos municipales.
La presencia de los obreros será más frecuente en el barrio de la Milagrosa, que consiguió incluir hasta siete proyectos. A continuación, se sitúan Untes, con cinco; mientras que serán tres zonas las que se beneficien de cuatro actuaciones, Santa Mariña, Rabo de Galo y Cabeza de Vaca.
El "modus operandi" del gobierno local para configurar el plan de obras no contentó a Democracia Ourensana y Ourense en Común, que decidieron abstenerse en la votación de la modificación presupuestaria, apoyada únicamente por los diez concejales del PP y los seis del PSOE.
