Minas, cargas explosivas elaboradas de forma rudimentaria, visores nocturnos, radio frecuencias rudimentarias y un casco con cámara incorporada. Todo esto se puede ver en la exposición abierta ayer en la Subdelegación de Defensa de Ourense para dar a conocer el trabajo que realiza el Ejército en sus misiones de paz en Afganistán y las dificultadas que encuentran los soldados para prestar ayuda a la sociedad civil.
"Las carreteras no son como las que conocemos en España. Recorrer 100 kilómetros en Afganistán puede llevar horas porque hay que parar continuamente por la presencia de explosivos u otro tipo de peligros", aseguró el coronel y subdelegado de Defensa Gustavo Doncel, durante la inauguración de la muestra, que estará abierta hasta el próximo sábado.
El horario de visitas es desde las 10,00 hasta las 13,00 horas y, por la tarde, de 16,00 a 19 horas. Los interesados, además observar el todo el material militar y fotografías de los militares conviviendo y auxiliando a los afganos, pueden probar el burka (traje obligatorio para las mujeres, considerando en occidente como símbolo de opresión) y, según palabras de Doncel Paredes, comprobar cómo se ve el mundo a través de los pequeños agujeros del velo que cubre la cara.
La exposición incluye maniquíes luciendo el citado traje, pero la Subdelegación de Defensa dispone de un par de ellos en una sala para facilitárselos a los visitantes.
Los asistentes, además, pueden probar gorras afganas, que, según el subdelegado de Defensa, definen la clase de la población. "Una gorra de color blanco tiene más poder que otra gris", aseguró.
Cambio brusco de temperatura
A la inauguración acudieron el subdelegado del Gobierno, Emilio González Afonso; el teniente de alcalde de la ciudad, Jorge Pumar, el coronel de la Guardia Civil Manuel Javier Novo Colldefors y el comisario Juan Carlos Blázquez, entre otras autoridades.
Gustavo Doncel participó en misiones de paz en Afganistán e hizo de anfitrión de los asistentes relatando su propia experiencia. "Se trata de un país en el que la temperatura puede caer hasta los 13 grados bajo cero y por el día subir hasta los 50 centígrados.
"La variación de temperatura es muy brusca y hay que enfrentarse a ella", recordó, puntualizando que la mayoría de las casas están construidas de barro y adobe, carentes de agua potable y electricidad. "Cuando llegas a un pueblo, si los vecinos no salen a recibirte es que algo va a pasar, como en el Oeste", aseguró, puntualizando que la situación en que viven la población provoca problemas sanitarios. "Antes de viajar al país, te forran de vacunas", comentó.
En el país aún quedan soldados formando al Ejército afgano. Durante las sucesivas misiones, que comenzaron en el 2011, los militares registraron medio millar de incidentes en los que se registraron 101 fallecidos y 850 heridos.