Sorprendida quedó el pasado día 19 una vecina de Rubiás (A Bola), de 40 años, cuando limpiaba una vivienda que heredó de sus abuelos (fallecidos) y descubrió en una caja seis kilos de pólvora negra, debidamente embalada y con las correspondientes etiquetas de advertencia de material explosivo.
La vecina no se atrevió a tocarla y alertó del hallazgo a la Guardia Civil que, tras inspeccionar la caja, solicitó la presencia de efectivos del Servicio de Desactivación de explosivos (Tedax), con sede en Pontevedra, que se hicieron cargo del material para ser destruido.
Agentes y vecina desconocen el tiempo que podría llevar los seis kilos de pólvora en la vivienda, aunque sospecha que la adquirió alguien ligado a la familia a mediados del siglo pasado con el objetivo de recargar cartuchos de escopetas para la caza menor. Tras fallecer el comprador, el material explosivo quedó olvidado con el consiguiente peligro de que pudiera llevar a provocar una explosión.
El hallazgo se produce un mes después de que otro vecino de Sandiás, 40 años, encontrara otro kilo de la misma pólvora cuando limpiaba una vivienda que había heredado en A Gudiña. El material también estaba perfectamente embalado. Sobre la caja figuraba la fábrica: "Explosivos Río Tinto" . También sospechan que la pólvora fue adquirida para recargar cartuchos de escopeta y quedó olvidada. "En los años setenta y ochenta no había tanto control como ahora sobre armas y explosivos. Se podía adquirir en cualquier comercio y se guardaba en casa", apuntaron fuentes de la Guardia Civil, recordando que las intervenciones de A Bola y A Gudiña no van a ser las últimas. "Hay vecinos que guardan armas sin que sus familiares sepan nada", añadieron.
En los últimos dos años, los efectivos del TEDAX de la Guardia Civil destruyeron un proyectil de la Guerra Civil hallado en una casa de Graíces (A Peroxa). El 13 de febrero del 2018, la Policía Nacional desalojó el edificio número 55 de la calle Ramón Puga de la ciudad al encontrar un vecino mientras limpiaba el desván una caja con velas de dinamita. El material quedó olvidado tras ser utilizado en el destierro para construir el inmueble.
Armas
Una madrileña encontró una pistola mientras limpiaba una casa heredada en Celanova y un vecino de Vilardevós y otro de Petín descubrieron sendas escopetas, que sus antepasados guardan en falsos techos. Durante el último año, fueron entregados en la Guardia Civil tres escopetas, tres pistolas y un revólver, encontradas por casualidad tras fallecer sus titulares.
