No será la primera ni la última vez que el Camino de Santiago despierte el lado más solidario de los que recorren kilómetros por una buena causa. El viaje de Antonio Estévez, de Nueva Carteya (Córdoba), es en bici y al revés. "Cuesta abajo", bromea él. Este andaluz llegó este domingo a Ourense, la primera etapa de su camino. El hombre se ha fijado como reto pedalear casi mil kilómetros desde la capital gallega hasta su municipio cordobés de origen durante siete días. El objetivo: visibilizar la labor de la asociación de personas con discapacidad física, psíquica y sensorial La Decisión, ubicada en Nueva Carteya. "Hacen una gran labor, sobre todo con los niños", explica. Ningún vínculo le unía a la asociación. "Yo soy 'speaker', animo eventos. Pero hace cinco años que salí de las drogas, estoy limpio. Y una asociación me ayudó, así que vi buena idea recaudar fondos para esta entidad", apunta el protagonista del reto.
Hoy Estévez emprende el camino hacia Lubián (Zamora) y le quedan seis días para llegar a su pueblo. "Ourense me ha gustado mucho. Hemos conocido las termas y el casco viejo", anota.
La soledad es una de las partes más duras del reto. "También por el tema del frío y la lluvia. Pero por lo demás, todo bien", dice el cordobés, que no es la primera vez que realiza este camino solidario, aunque sí se estrena en soledad.
"Pedalea, rueda y avanza por la tolerancia, inclusión, accesibilidad, igualdad y justicia de todos y para todos" es el nombre del reto. Las personas que quieran aportar su grano de arena a la causa de Estévez pueden informarse del proyecto a través de las redes sociales, donde publica su aventura.