REPORTAJE

El cuco cantó en Ventosela

El director espiritual del monasterio Chu Sup Tsang, el Lama Gueshe Tenzing Tamding, en la gompa (sala de meditación) (ÓSCAR PINAL).
photo_camera El director espiritual del monasterio Chu Sup Tsang, el Lama Gueshe Tenzing Tamding, en la gompa (sala de meditación) (ÓSCAR PINAL).
El monasterio Chu Sup Tsang cumple una década en esta aldea de San Amaro  en la que se quedó Gueshe Tenzing Tamding  al escuchar al pájaro de su infancia. Su gran sueño, la primera universidad budista de Europa, es casi una realidad. 

Gueshe Tenzing Tamding supo que quería quedarse en Ventosela (San Amaro, Carballiño) cuando escuchó al cuco. "Desde que dejé el Tíbet, era la primera vez que oía su canto. Fue como una alegría, mi recuerdo tibetano", cuenta el director espiritual del Monasterio Chu Sup Tsang que fundó en esta pequeña aldea en 2009. El templo aspira una década después a convertirse en la primera universidad budista de Europa, en medio de un bosque de tres hectáreas que espera a alumnos de todo el mundo. 

Es el sueño de aquel niño que con 12 años huyó a pie, desde el Tibet hasta la India, para ordenarse monje y encontrarse con su maestro. En "español roto"–así bromea con su nivel de castellano–, Gueshe Tenzing Tamding se traslada hoy a la ciudad para una charla sobre la eliminación de emociones negativas, base de la enseñanza que siguen en Ventosela. La cita es a las 19,30 horas en el centro cultural Marcos Valcárcel. 


Huyó del Tibet con 12 años


"Llegué a España en 1997 siguiendo a mi maestro, en Menorca. Él me invitó y poco a poco se abrieron varios centros en el país. Una vez impartí una conferencia en Vigo y conocí a una pareja. Quería encontrar un lugar calmado, tranquilo y sencillo. Vi casas viejas, ruinas... Y a través de un vecino de estos discípulos, llegué a Ventosela. Rodeado del monte y de buena energía me recordó a mi infancia en el Tíbet", explica el Lama. Bautizó al monasterio como Chu Sup Tsang, que significa "fuente inagotable de sabiduría". 

El director espiritual hace una guía por uno de los edificios del proyecto, en el que se alberga una gran cocina para 60 personas y dormitorios colectivos rodeados de silencio. "Este soy yo, lo hizo un discípulo. Tardó seis años", señala un monumento de madera en el que se dibuja su rostro. Con el mismo ímpetu muestra los baños y duchas construidos en otra estancia de piedra. "¡Piedra gallega!", bromea. 


Una gran biblioteca


Gueshe Tenzing Tamding es consciente de la magnitud del proyecto que quiere completar en Ventosela: la primera universidad budista de Europa, en esta pequeña aldea ourensana. "Es mi sueño. Queremos enseñar el budismo y las demás religiones. También filosofía. Aquí se aprenden las cinco grandes áreas de conocimiento de filosofía budista, como en los monasterios de India y Tíbet", apunta.

Nadie si imaginaría dentro de la sala de meditación (gompa)que aquello eran dos contenedores de camiones. El colorido espacio alberga una pequeña biblioteca, el germen del gran proyecto universitario. "Ya tenemos más de 200 libros. Estas son las enseñanzas básicas del budismo", muestra uno de los textos en sánscrito. El monasterio pretende albergar una biblioteca con más de 30.000 volúmenes, cabañas de investigación, otra sala de meditación y una estupa (una especie de monumento) en lo que ahora es solamente un gran bosque robles.


Sendero de meditación


La construcción del nuevo edificio, la última fase del monasterio que nació hace una década, está pendiente de aprobación por la Xunta. En unos días se publicará el proyecto y tras los dos meses de exposición pública, comienza el reto de la financiación y las obras, cuya inversión prevista asciende a 1,5 millones. Gueshe Tenzing Tamding se despide con la invitación del sendero de meditación, el paseo que rodea a la que será la primera universidad budista de Europa. "Ojalá", sonríe, antes de rodear la gompa. "Salimos haciendo una circunvalación, da buena energía", cuenta antes de confesar otro deseo: aprender gallego. 

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