La imagen del extrarradio de la ciudad ha cambiado notablemente en los últimos años. La evolución se aprecia en zonas como Barrocás, A Farixa o O Polvorín. En este último, las casas unifamiliares comparten espacio con nuevos edificios y zonas urbanizadas. Hace apenas dos meses, el primer bloque de la urbanización Polvorín –el único construido, por el momento– iniciaba su vida útil. Gran parte de los nuevos vecinos, en su mayoría jóvenes familias con hijos pequeños, disfrutan ya del barrio, próximo al centro de la ciudad y a los espacios verdes del río Barbaña.
"Me gusta esta zona porque es tranquila, pero al mismo tiempo estás a nada del Jardín del Posío, tienes los supermercados cerca, el autobús pasa por la calle de arriba...", explica María Álvarez, recién llegada. Los nuevos inquilinos arrancan su proyecto de vida en O Polvorín con ganas, y Álvarez da cuenta de ello: "Muchos somos jóvenes y estamos muy ilusionados ante esta nueva etapa, con ganas". Muchos de los inquilinos tienen mascota, por lo que disfrutan de los espacios naturales de los alrededores.
El bajo del edificio, todavía sin rematar, albergará una cafetería, algo que ya ha suscitado las primeras polémicas entre los vecinos: "Algúns prefiren silencio e están preocupados por se hai moito ruído, mentres que a outros a outros non lles importa". El precio de las viviendas, "razonable" según los inquilinos, también tuvo peso en la decisión. "Nós vímolo, gustounos, temos familia na zona... Convenceunos", explican dos futuras vecinas, que todavía no han acabado de amueblar el piso. Por el momento, viven en una aldea cercana, y planean mudarse "cando chegue o frío". "Aínda queda moito que facer antes de virse aquí, pero a verdade é que nos apetece", aseguran.
Para los vecinos que llevan gran parte de su vida en O Polvorín, los nuevos edificios suponen un cambio radical respecto al modo de vida al que estaban acostumbrados. "Ten un lado moi bo, vén xente nova, familias, renóvase, pero polo outro dá un pouco de cousa, de pena quizais, porque che cambia todo ao redor", explica María Luisa Siota, que todavía vive en una casa unifamiliar.
Su vivienda está situada en un terreno que estará ocupado por el resto de bloques de la urbanización O Polvorín. "É certo que xa imos indo maiores, nas casas hai moito que limpar, xa non é cómodo... Pero é o xeito no que sempre vivimos. Os fillos xa é outra cousa, xa están acostumados a pisos e é o que lles gusta", reflexiona Siota.
Cuatro bl
oques más en la zona en los próximos años
El bloque ya construido de la urbanización O Polvorín, en el que hay 84 viviendas, es el primero de los cinco que la constructora Balgón de O Carballiño proyecta hacer en la zona. Las obras para el siguiente edificio ya se iniciaron frente al recién estrenado, aunque todavía no se conoce la fecha de finalización. De los otros tres todavía no se han comenzado las primeras obras, y aún hay viviendas unifamiliares ocupadas en la zona. Los futuros bloques son muy similares al actual, aunque un poco más grandes –cada uno albergará un centenar de viviendas, según explican desde Balgón–.
