REPORTAJE

El youtuber del cubo de Rubik

El carballiñés Juan Novoa, de 12 años, es un crack montando cubos de Rubik. Lo muestra en su canal de Youtube, en el que además hace "unboxing" de sus nuevas compras (tiene más de 50) y realiza sorteos entre sus seguidores. 

Para resolver el cubo de Rubik clásico, popularmente conocido como cubo mágico, Juan Novoa Carpintero, de 12 años, necesita algo menos de un minuto. Su afición comenzó hace aproximadamente un par de años y hoy es todo un experto. Acumula más de 50 cubos diferentes. "Demasiados", como él mismo apunta. Sin embargo, no parece que su colección vaya a estancarse y su muestrario incluye cubos de todos los colores y formas imaginables. Ninguno se le resiste.

Una habilidad especial que Juan Novoa descubrió por casualidad. "Un niño de mi escuela tenía un cubo de Rubik y todos comenzaron a llevar el suyo para que él se lo resolviera. Yo también me compré uno, lo deshice y esperé al día siguiente para que él me lo solucionase. Sin embargo, justamente coincidió que mi compañero estaba enfermo. Como yo no quería esperar para tener mi cubo montado, nada más llegar a casa me puse a buscar tutoriales en Internet", detalla.

Como un desafío personal se presentó ante sí el que pronto sería su particular pasatiempo. "Sus colores y el hecho de que giren y se adapten perfectamente a las manos consiguieron que me enganchase", cuenta Juan Novoa, con el característico sonido que dejan de fondo sus piezas al moverse.

O CARBALLIÑO (RÚA PEDRIÑA). 15/03/2018. OURENSE. Retrato de Juan (12) que colecciona y domina gran variedad de cubos de Rubbik. FOTO: ÓSCAR PINALSer capaz de resolver un cubo de Rubik tiene su ciencia y son muchos los que desisten en el intento. Requiere de destreza, habilidad y manejo matemático. "Tiene un método, no consiste en colocar las piezas de cualquier forma. Primero hay que saber moverlas para cualquier lado y después conectarlas. Los centros son el punto de referencia a partir del que se colocan las aristas y, a continuación, se completa el resto", explica mientras solventa uno hexagonal.

Tiene cubos mágicos muy pequeños, de 2x2 caras, otros gigantes, de 9x9 lados, cuyo precio ronda los 60 euros. "Son igual de complicados, lo único que cambia es el tiempo que lleva hacerlos", afirma. Los adquiere por Internet o en tiendas de juguetes, basándose en el principio "si no lo tengo, lo quiero". Lo que más le llama es la forma y por ello su amplio catálogo personal incluye algunos piramidales, otros que aúnan dos cubos clásicos y uno con forma de estrella. Sus familiares y conocidos saben de su gusto por los cubos peculiares y esto le ha llevado a encontrarse con alguno repetido como regalo el día de su cumpleaños. Un problema que ha sabido solventar sorteándolos en su canal de Youtube . Una red social que utiliza fundamentalmente para hacer unboxing de sus nuevas adquisiciones. "Cada vez que llega uno nuevo me pongo con él hasta que consigo resolverlo, si me veo muy desesperado recurro a Internet, pero no me gusta tener que hacerlo", cuenta.

Nunca ha pensado en dedicarse a ello de modo profesional, pero si se le presentase una ocasión, aceptaría. Su gusto por las matemáticas influye en su capacidad para resolver el famoso cubo. "De mayor me gustaría ser profesor de matemáticas, quizás hasta podría darle alguna clase a mis alumnos empleando los cubos", comenta. 

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