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Emma Lustres: “Somos una productora boutique"

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photo_camera Emma Lustres estará el domingo en el Foro La Región con Oliver Laxe.
El Festival entrega mañana a Vaca Films el premio Calpurnia de Honra

Vaca Films recibirá mañana en el Teatro Principal la Calpurnia de Honra en la edición número 24 del OUFF. La productora creada en 2003 por Emma Lustres y Borja Pena fue parte de la inauguración de este encuentro cinematográfico con la proyección de “Celda 211”, película que se verá nuevamente mañana  en el marco del homenaje a un equipo de trabajo único en Galicia. Desde aquí, Vaca Films hace cine con impacto nacional e internacional y cuenta en su haber cintas multipremiadas como es el caso de la mencionada “Celda 211”, ganadora de 8 Goyas, “La sombra de la ley” con otros 3 o “El niño”, con 4. ¿El secreto de tal éxito? Según la propia Emma Lustres -que protagonizará el domingo  junto a Oliver Laxe un Foro La Región sobre el audiovisual gallego–, ser “una productora boutique” y empatizar con los gustos del común de la gente. 

Vaca Films se creó hace 16 años. ¿Cumple con sus objetivos?

La verdad es que cuando montamos la productora no nos pusimos metas. Nuestro objetivo era hacer películas de las que nos sintiéramos orgullosos, películas que viese la gente, comerciales, que apunten a un público amplio y que tuvieran un mensaje; queríamos producir el cine que a nosotros nos gustaba como espectadores. Y lo estamos logrando, lo estamos haciendo y eso nos llena de orgullo y estamos plenamente satisfechos con la trayectoria de la productora y con nuestra trayectoria personal y profesional. No habíamos pensado en temas más económicos o en temas de premios y en ese sentido hemos hecho una carrera satisfactoria, hemos logrado cosas importantes con la empresa y con nuestras películas.

¿Y les queda algún objetivo por cumplir, algún sueño de aquel momento de la creación de la productora?

Ni Borja ni yo somos ambiciosos desde el punto de vista profesional, y lo digo en el buen sentido. Tener ambición es bueno, entendida la ambición como el crecimiento y la superación de uno mismo. En nuestro caso, creo que tenemos un tamaño y una progresión correcta,  ni enorme ni gigante. A la hora de compararnos no dejamos de ser una pequeña productora y con una filosofía muchas veces de cortometrajistas y muy artesanos. Nos seguimos viendo así y no veo que Vaca Films se convierta nunca en un gigante. Somos una productora boutique. Hacemos películas de las que nos sentimos muy orgullosos pero no somos una factoría ni lo pretendemos. Seguramente muchos productores nos vean como una factoría y una empresa fuerte y potente y sí que es cierto que en términos de la industria cinematográfica española somos importantes, con una producción muy estable y con un nivel de producción alto. Pero si nos comparamos con las altas empresas a nivel mundial somos una hormiguita en el fondo y así nos vemos. Y muy orgullosos.

Vaca Films cuenta en su haber muchas películas multipremiadas, como “Celda 211”. ¿Tantos premios generan presión u otro criterio de selección a la hora de encarar nuevos proyectos?

No, en nuestra experiencia los premios lo que nos han dado es prestigio y credibilidad frente a la industria. Los premios y los reconocimientos lo que han hecho es facilitarnos nuestra labor como productores. Por eso son algo positivo. 

¿Cómo se hace para elegir un guion y un director y combinar la calidad con la proyección comercial? 

Es nuestro objetivo, a veces lo conseguimos y a veces no. No todas las películas salen igual de bien y no todas las películas funcionan igual de bien, pero con ese foco trabajamos. Yo considero que tiene mucho que ver con el gusto particular de cada uno. Nosotros no dejamos de tener un gusto como espectadores, un gusto un poco estándar a lo mejor, entonces al final lo que a nosotros nos gusta es lo que posiblemente le guste a una mayoría. Es muy difícil ser un genio y conseguir éxito en una faceta artística desde la originalidad absoluta; pocos artistas, ya no hablo del cine sino en general, consiguen un éxito y un reconocimiento grande saliéndose de los estándares, eso sólo lo consiguen los genios. Entonces nosotros lo que hacemos bien y donde hemos puesto el foco es en hacer películas que visitan lugares comunes. Y hacerlo bien.

¿Dónde está el secreto de hacer bien una película estándar?

Hacer una película que se supone más o menos estándar no es fácil. ¿A qué se debe? A dos razones: nuestros gustos personales y el conocimiento del negocio. Aunque hay un componente de suerte, hay una parte de mucho trabajo detrás y análisis. Cuando tú analizas por qué una cosa funciona, cómo se vende, cómo se comunica, al final te das cuenta que puedes sacar ciertas directrices que te ayudan. Pero hay una máxima en el cine que es que nadie sabe nada. Y películas que aparentemente van a funcionar muy bien no lo hacen y al revés. Por lo tanto siempre trabajamos primero desde la humildad y desde la incertidumbre de si funcionará o no, desde la intuición de que sí va a funcionar, con la pasión y con el convencimiento de que sí va a funcionar y, luego, por lo que a nosotros nos gusta. Entonces, como nos gusta decimos: “Esto le tiene que gustar a la gente”. Cuando tienes gustos bastante comunes es más fácil. En ese sentido partimos con ventaja, porque muchas veces lo que les gusta a los directores y a los productores, lo que les conmueve, son manifestaciones artísticas o culturales más de nicho. 

Siguen eligiendo Galicia como escenario, con los personajes y hasta la música, como en “Quien a hierro mata”. ¿Es una estrategia, una marca de identidad…?

Somos gallegos y vivimos en La Coruña y una de nuestras máximas es cooperar para que el audiovisual gallego tenga la máxima presencia posible. Entonces para nosotros es importantísimo trabajar en línea con que el audiovisual en Galicia se fortalezca. Además de que hemos crecido aquí, nuestros equipos principalmente están aquí, intentamos siempre rodar en Galicia. No siempre lo hacemos porque depende de las historias, pero siempre que podemos lo hacemos. Y es donde más cómodos estamos trabajando. 

Como nuevo proyecto tienen entre manos una serie, “La unidad”. ¿Es impensable hoy día para una productora obviar este mercado? 

Desde hace unos años, con la irrupción de las plataformas y la irrupción de una televisión premium hay un abanico gigante para las productoras de cine. La mayor parte de las series las están haciendo las productoras de cine. Ahí sí que tenemos hueco. Hasta la irrupción de las plataformas no habíamos hecho intentos de producir ficción pero con la irrupción de las plataformas, sí. Al final, por nuestra trayectoria y por la marca somos una productora con la que las plataformas están interesadas en trabajar. Eso ha llevado a que estemos trabajando con Movistar y con Netflix.

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