Seis jóvenes con discapacidad intelectual encontraron trabajo gracias a la mediación de Down Ourense. Usuarios de la asociación mantuvieron ayer un encuentro con representantes del tejido empresarial de la ciudad
Carlos Mata, responsable de Recursos Humanos y del departamento de Calidad de Primux, se deshace en halagos al hablar de David, empleado de la empresa tecnológica, con discapacidad intelectual. En un encuentro con representantes del tejido empresarial ourensano y usuarios de Down Ourense, celebrado ayer en La Molinera, el directivo explicó su experiencia de contratación, la primera de este tipo.
Primux recibió la visita de Down Ourense hace ya año y medio. Entre otros aspectos, la asociación les expuso los incentivos fiscales de contratar a personas con síndrome de Down o con discapacidad intelectual. "Es la primera pregunta que te haces: ¿qué ganaba Primux contratando a David? Luego descubrí que había más ventajas", reconoce Mata, en alusión a la calidad humana y profesional del joven. Algunos de los procesos de producción tuvieron que reajustarse para que David pudiese trabajar en ellos, "sin embargo, ese reajuste nos ayudó a mejorar otros departamentos", continúa.
Por su parte, David cuenta que su adaptación en la nueva empresa fue "a la primera", que le costó un poquito pero que "todo fue bien". Entre sus tareas, David es uno de los encargados de cambiar las cámaras de los móviles. También prueba que las baterías funcionen, pero su ambición no se queda ahí. Aspira a ser capaz de reparar un teléfono por sí solo, como sus compañeros.
Verónica no dio el salto a la contratación pero sí obtuvo unas prácticas de formación en Merkal Calzados, gracias al proyecto "Yo me prep@ro", de Down Ourense en colaboración con la Fundación Vodafone España.
La joven con síndrome de Down ordenaba por tallas el calzado y se encargaba del almacenaje, pero lo más importante de su paso por esta empresa fue la iniciación en las nuevas tecnologías, aprendiendo a utilizar una PDA. Finalizado su periodo de prácticas, Verónica está inmersa en la preparación de una oposición para una plaza en la Diputación de Ourense, en la que ya trabajó. Ya pasó el primer examen, ahora le queda el de gallego y la valoración de méritos. "Ya estuve seis meses en la Diputación y ¡a ver que pasa!", exclama Verónica.
Alejandro es otro de los seis jóvenes con discapacidad intelectual que encontró su oportunidad laboral gracias a la mediación de Down Ourense. Desde hace cinco meses, trabaja en una gasolinera de Rante, en San Cibrao das Viñas. "Les echo combustible a los coches que llegan, pero lo más importante es tener buena actitud, sonreir siempre", comenta. Dice que le gusta aprender trabajos nuevos y ampliar currículo. "Estoy muy contento".
