Un vecino de Castro Caldelas llevó este jueves en sus propias manos un proyectil de mortero procedente de la Guerra Civil, desde su casa hasta la Guardia Civil de la localidad.
El hombre compraba chatarra habitualmente en Ourense para "hacer manualidades" y, una de sus últimas adquisiciones, venía con sorpresa. Se llevó un proyectil de 30 centímetros de altura con la carga explosiva en perfecto estado. "Tuvo suerte de que venía sellado con cobre", indicó la alcaldesa de Castro Caldelas, Sara Inés Vega. Los agentes del cuartel de la localidad, a la llegada del proyectil , se pusieron en contacto con el Servicio de Desactivación de Explosivos (Tedax) de la Guardia Civil de Pontevedra quienes, tras analizarlo, procedieron a su destrucción.
El artefacto llevaba un mes en casa del vecino de Castro Caldelas pero, "hace dos días lo cogió en sus manos y empezó a percatarse de que podría ser peligroso, de repente pensó que era una bomba", explicó la regidora de la localidad. Finalmente, no hubo que lamentar daños gracias a la rápida intervención de los operativos.
