“Marian Blanco falleció cuidando a sus gatitos”, dicen las voluntarias que conocían bien a esta mujer. Las asociaciones animalistas de la ciudad y de otros puntos de Galicia y España reivindican una vez más la labor de voluntarias como Marian Blanco, la mujer de 60 años, vecina de Tarascón, que murió tras caer al río cuando alimentaba a los gatos callejeros de la zona del Barbaña. Una labor solidaria que realizaba desde hace décadas y enfrentándose a aquellos vecinos reacios a las colonias de gatos, que ella cuidaba desinteresadamente y a diario.
Las muestras de cariño continuaron este viernes, con la unión de asociaciones animalistas que llevaron flores a su tumba en el cementerio de Santa Mariña de la ciudad. Hasta ramos llegados desde el País Vasco se juntaron en la sepultura de Marian Blanco, un acto simbólico en el que no solo participaron las entidades. También ciudadanos particulares. La Plataforma Galega para a Defensa Animal e da Natureza propuso este homenaje, invitando a todo el mundo a enviar sus mensajes y flores a Ourense. Se unieron casi una decena de entidades que velan por los animales. “De parte de los amantes de los animales”, se leía en una de las coronas que lucen en la tumba de Marian Blanco, una mujer comprometida que murió cuidando a los gatos callejeros de la ciudad.
