Un caballero de los pies a la cabeza, de una estatura de planta y moral, que pocos hallar pudiéranse
Una llamada de su hija Maripaz nos sorprende con un ¡se murió mi padre!; yo me inmuté, por lo repentino y para mi inesperado del óbito de un amigo, que lo fue más desde hace treinta años cuando…
Debes estar registrado para leer este contenido
Si ya tienes una cuenta, inicia sesión
star
Podrás registrarte con tu correo. Es rápido y gratis.
¿Necesitas ayuda? Envíanos un email a [email protected].