La vacunación sigue llevando alegrías a muchos ciudadanos. Los trabajadores de ayuda en el hogar comenzaron ayer a recibir las dosis de AstraZeneca que los acercan a la inmunidad tras vivir un año "duro" atendiendo a personas dependientes en sus domicilios. "Ha pasado mucho tiempo y vivimos cada día con el temor de poder contagiarlos. Por eso estábamos deseosas de recibir esta vacuna", reconoce Sara Lorite, trabajadora del Concello de Castrelo de Miño.
El miedo a entrar en cada casa, muchas a lo largo del día, sin saber a qué atenerse, complicó su tarea de ayudar a los mayores que atienden. "En nuestro trabajo corremos mucho riesgo porque no solo tenemos contacto con los usuarios que atendemos, también con su entorno o con los vecinos. Si cae uno, pueden ir detrás el resto", explica Lorite. Por esta razón ellas deben cuidarse "mucho", pero también las personas que atienden. "Vamos a esas casas, pero también regresamos con nuestras familias a las que les puede afectar", señala esta trabajadora de Castrelo de Miño.
Atender a las personas más vulnerables al virus no hace otra cosa que sumar presión cada día que van al trabajo. "Son gente dependiente y mayor, por lo que siempre vas con miedo a lo que pueda pasar, además de lo que traes a casa", comenta Noa Gómez, trabajadora de ayuda a domicilio de Pereiro de Aguiar. Para ella también fue una cita muy esperada, que recibió con tranquilidad. Lorite lo vivió con "algo de miedo", pero con esperanza.
Dentro de unas semanas tocará la segunda dosis que las acercará a esa inmunidad deseada, que no relajará todas las precauciones que toman en el trabajo. "Nuestro deseo es que esto pare de una vez y la vacuna nos acerca porque, lo que hemos vivido, fue muy duro", resalta Lorite. Gómez celebra que pronto "todos nos protegeremos" y, aunque no falten mascarillas y otros métodos de prevención, la vacuna "suma". Por delante quedan unos días para "tener aún más cuidado que antes", según Gómez, y evitar contagios.
Prioridad justificada
"Por fin". Así celebra Lorite que las hayan elegido en la siguiente fase de vacunación: "Menos mal que nos tuvieron en cuenta, porque llevamos esperando por ello mucho tiempo". Gómez cree que esta decisión se hizo de rogar, que igual se pudo adelantar: "Sentimos que nos quedamos en el limbo, pero al fin nos tuvieron en cuenta".
