Movilidad

Envejecer al volante: el coche, motor de la libertad en el rural

VERÍN (FECES DE ABAIXO). 18/04/2019. OURENSE. Gasolinera de Feces de Abaixo con decenas de coches, la mayoría de origen portugés, repostando combustible. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera Un conductor reposta gasolina en Feces de Abaixo, Verín. (FOTO: ÓSCAR PINAL)
El 25% de los conductores ourensanos supera los 65 años y, para muchos, el vehículo es la autonomía

El envejecimiento de la población ourensana se traduce en las carreteras en un 25,13% de conductores mayores de 65 años, un porcentaje que se incrementa en los últimos años. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), 47.753 permisos de conducir por encima de esa franja de edad se mantienen vigentes a día de hoy en la provincia. La dispersión demográfica y la centralización de los servicios en los núcleos más grandes son dos factores decisivos: para muchos mayores, dejar el coche supondría la pérdida de la independencia. 

Desde la Xunta y los diversos municipios ourensanos se intenta atajar la situación a través del servicio de transporte público, pero cubrir las demandas de todos los vecinos no es sencillo. Mientras, la DGT se adapta a la realidad ourensana con diferentes códigos restrictivos para los conductores de más de 65 años, en base a cada caso personal. "El porcentaje de conductores mayores es importante, pero no causan el 25% de los accidentes mortales, por lo tanto hay que ser justo. Es una realidad más que tenemos que gestionar con las herramientas que tenemos, pero no lo considero un problema para la seguridad vial ourensana", explica David Llorente, jefe provincial de Tráfico. 

Según el estado psicofísico del titular, el permiso de conducir puede ser restringido a utilizar el coche solo por el día, en compañía de otra persona, no circular en autovías o autopista o por encima de determinada velocidad o no ingerir ninguna cantidad de alcohol, entre otras medidas. Además, Tráfico tiene en cuenta las necesidades del conductor. "Hay mucha gente que tiene restringido el radio de acción, por ejemplo, desde su casa hasta el pueblo más cercano, para que pueda seguir haciendo sus gestiones", apunta Llorente. 

Pero tener más de 65 años no tiene por qué ir ligado con restricciones en el permiso de conducir en todos los casos. "Hay personas que tienen edad avanzada y están en perfectas condiciones, puede haber afectaciones que no presupongan ninguna limitación en el coche", señala Juan Carlos Nogueiras, teniente de Tráfico de la Guardia Civil. "También hay personas jóvenes que han perdido algún tipo de facultad y que tienen un carné con restricciones, no es algo vinculado necesariamente a la edad que tenga el conductor", añade. 

Sentido contrario

Durante los últimos meses varios han sido los conductores ourensanos de avanzada edad que se incorporaron en sentido contrario a vías de alta capacidad. El pasado 20 de febrero, un hombre de 87 años accedía a la A-52 en Verín en sentido equivocado y después de varios metros, al darse cuenta del error, detuvo la marcha y esperó en el arcén de la vía la llegada de los agentes de la Guardia Civil. 

"Eso es lo que más nos preocupa, el despiste de algunos mayores cuando acceden a autovías o autopistas", explica David Llorente, que asegura que "cada vez hay menos casos de este tipo". "Le pedimos tanto a Fomento como a la Xunta que pusiesen unos pivotes en la entrada, en la A-52 son de color verde y en las vías autonómicas de color azul, para evitar entradas erróneas, ya que no se respetaba la señal. Son unas balizas que obligan al conductor a hacer una maniobra extraña para entrar a la vía y seguro que ya han evitado varias entradas", detalla Llorente. 

El pasado mes de enero, un camionero pontevedrés que circulaba por la A-52 a su paso por A Gudiña se percató de que un vehículo iba en sentido contrario por la otra dirección, y después de intentar llamar su atención mediante señales acústicas y visuales, acabó por detener su vehículo y saltar a la vía para detener su avance. El conductor, de 88 años, "no sabía ni el lugar en el que se encontraba", según relató José Alberto Torres, el camionero, a La Región. El culpable no residía en la provincia, sino que se encontraba de paso, lo que también ayudó al despiste, además de la niebla de la zona a esas horas. "De las veces que ha sucedido en la provincia es cierto que nunca ha pasado nada, suerte divina parece. Cierto es que al tener constancia nos encargamos de avisar al resto de conductores en los paneles informativos, para que extremen las condiciones de seguridad", afirma Llorente. "La cifra de casos en Ourense ronda uno por mes, y está disminuyendo", apunta. 


Imprescindible colaboración


La colaboración entre entidades –DGT, Guardia Civil de Tráfico, psicotécnicos– es clave para detectar las posibles mermas en las capacidades de los conductores. "La implicación de las familias es determinante, porque ellos ven a la persona de forma continua", apunta el teniente Juan Carlos Nogueiras. Desde la Guardia Civil, los agentes se encargan de elaborar informes en caso de percibir alguna anomalía en los controles ordinarios a conductores. "Nosotros se lo enviamos a la DGT y ellos trasladan el documento a los servicios de sanidad, que instan a la realización de una prueba psicotécnica extraordinaria, para la que la persona tiene hasta tres oportunidades de pasarlo", apunta. 

"O seu maior medo é que lles quiten o carné e queden sen poder usar o coche"

El papel de los psicotécnicos es de vital importancia, ya que mediante los exámenes se detecta cualquier tipo de anomalía del conductor. "Hay un protocolo de Tráfico para todos, pero en el caso de los mayores, se hace más insistencia", explican desde Psicotécnico Posío. Los profesionales repasan la situación psicofísica completa, en la que se tienen en cuenta desde la medicación a las intervenciones quirúrgicas realizadas. "También se les hace un mini mental, un test que descarta rápido que padezcan demencia y la valoración psicológica también es muy importante", añaden.  

La principal preocupación de los conductores mayores del rural es perder el carné de conducir y, con eso, la posibilidad de realizar compras, ir al médico o al banco o mantener su vida social. "A xente chega preocupada, se quedan sen coche teñen que pasar a depender da familia, do taxi ou do autobús", apuntan desde Psicoténico Carballiño. "A retirada do carné dase en situacións moi concretas e non é común", aseguran.


Uso del transporte público o taxi, las alternativas sin coche del rural


En el rural ourensano, la pérdida del carné de conducir se traduce en autobús o taxi en la mayor parte de los casos. Desde los municipios se toman distintas medidas para adaptarse a las necesidades, que complementan el plan de la Xunta. 

"Antes poñíase unha liña especial os días de análise médico e tamén en feira pero coa nova regulación da Xunta xa non é necesario", apunta Antonio Montero, alcalde de Avión. Pero el nuevo plan tiene carencias en algunos municipios, como en Manzaneda. "Os horarios da liña que vai de Trives ao Barco non son compatibles coa que vai de Trives a Manzaneda, polo que os veciños teñen que coller un taxi. Xa mandamos un escrito", comenta Amable Fernández, rexidor de Manzaneda. "Aquí os martes aínda mandamos un coche para recoller aos veciños e que baixen ao médico", dice Patricia Lamelas, alcaldesa de Larouco. En Verea, el municipio fleta un taxi gratuito.

Te puede interesar