"El envejecimiento aumenta los casos de linfoma, tenemos pacientes de 90 años"

Carlos Ulibarrena, hematólogo del CHUO.
photo_camera Carlos Ulibarrena, hematólogo del CHUO.
Hoy se celebra el Día Mundial del Linfoma, una enfermedad con alta incidencia en la provincia por el envejecimiento de la población

Este miércoles se celebra el Día Mundial del Linfoma, un tipo de cáncer menos común y que puede desarrollarse sin síntomas. Carlos Ulibarrena es hematólogo en el CHUO y está especializado en tratar con estos pacientes. Esta jornada visibiliza una enfermedad con alta incidencia en la provincia por el envejecimiento de la población. 

¿Es común padecer un linfoma? 

Es un tumor con poca presencia mediática porque supone poco más del 5% de los que se detectan. Afecta a los linfocitos y hay reconocidos cerca de 80 tipos diferentes. Se comportan de forma distinta y la variación entre ellos es muy alta, con síntomas o sin ellos. Lo más característico es que dos tercios de los pacientes experimenten un aumento en el tamaño de los ganglios linfáticos y aparezca un bulto, en lugares que se pueden palpar o no.  

¿Cómo se puede detectar?

Normalmente, uno acude al médico de cabecera tras encontrar un bulto, se piden una serie de estudios o se derivan a Medicina Interna. Hay que tener en cuenta que no todos estos bultos son linfomas, la inmensa mayoría de las inflamaciones de ganglios son banales porque estos tumores suponen una pequeña parte de los que se detectan. Cualquier adulto que encuentre uno debe acudir al médico, para prevenir. Las mujeres tradicionalmente están educadas para que se autoexploren y anticipar un diagnóstico de cáncer de mama. En el caso de los hombres pueden encontrarse a la hora de afeitarse.

Qué incidencia tiene en la provincia?

La incidencia de los linfomas más frecuentes aumenta con la edad. Ourense es una provincia envejecida y eso provoca que tengamos bastantes casos en personas de avanzada de edad, incluso de 90 años. Aquí adaptamos el conocimiento de los tratamientos de linfoma a la media etaria de nuestros pacientes. Es una circunstancia particular.

Al margen de la aparición de bultos, ¿muestra otro tipo de síntomas?

Un bulto casi es el síntoma más importante. Algunos linfomas pueden ocasionar malestar general, pérdida de peso o más cansancio, pero no son específicos y se comparten con otras enfermedades. Si surge en algún órgano específico, presentaría molestias locales. Lo normal es que aparezcan esos bultos en el cuello, la axila o la ingle. 

¿Es importante que se detecte lo más precozmente posible?

Sí y no. Este no es un tipo de cáncer como el de mama o el de estómago en los que existe un tratamiento quirúrgico y cuanto antes se haga, mejor. El linfoma no se opera. Su tratamiento es la quimio y a veces la radio. Es importante detectarlo pronto para aplicar el tratamiento rápido, pero lo importante es la sensibilidad a él y eso aumentará las posibilidades de recuperación. También es necesario destacar que algunos linfomas no necesitan tratamiento. Los indolentes pueden estar años sin tratarse y otros incluso no cumplen con los criterios para actuar sobre ellos. La inmensa mayoría de los pacientes se van a curar o van a llegar a un punto en el que conseguirán una supervivencia muy prolongada, con periodos en los que no necesitarán tratamiento. 

¿Existe un factor de riesgo?

No. Es un tipo de tumor que no mantiene relación con ningún factor de riesgo cardiovascular o de obesidad como en otros. Tampoco influye el tipo de alimentación o el estilo de vida. Algunos virus sí pueden afectar, pero son pocos. El verdadero grupo de riesgo para padecer un linfoma incluye a personas trasplantadas o con tratamientos de enfermedades autoinmunes. Deben prestar más atención.

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