Historia

El "Erasmus" salvaje de un rey vikingo que pudo acabar en Ribas de Sil

La investigadora Irene García Losquiño. (Foto: Ed. Almuzara)
photo_camera La investigadora Irene García Losquiño. (Foto: Ed. Almuzara)
La valenciana Irene García Losquiño investiga la presencia vikinga en Galicia a corto, medio y largo plazo. Apunta a conexiones ourensanas, como la posible razia en Ribas de Sil del monarca noruego Olaf II

El rey Olaf II "el Santo" no fue especialmente católico durante su juventud. Con solo once años vivió su primer saqueo vikingo, y durante su adolescencia reunió un grupo de barcos y se lanzó a saquear Europa. "Como un Erasmus un poco bruto", bromea la doctora Irene García Losquiño, cuya investigación sobre la huella escandinava en Galicia le lleva a apuntar una posible conexión ourensana del joven noble vikingo.

"Basándonos en un poema que narra las correrías de Olaf, parece posible que uno de sus saqueos tuviera lugar en Ribas de Sil, alrededor del año 976", explica la ilicitana García Losquiño, autora del reciente libro divulgativo “Esto no estaba en mi libro de historia de los vikingos”, editado por Almuzara. 

Las perrerías del príncipe noruego no serían la única consecuencia en Ourense de los nórdicos. "Uno pensaría que la provincia interior no tuvo contacto -detalla-, pero, por ejemplo, un ataque vikingo en el 970 obligó al obispo a abandonar Ourense y llevar la sede episcopal a Lugo". García Losquiño destaca que la presencia vikinga en Galicia -que comenzó en el año 844- fue "muy frecuente y muy prolongada". 

Barcos vikingos en el tapiz de Bayeux

Otra forma de mirar

En estos momentos, el trabajo de García Losquiño se centra en dos frentes: la toponímia -indaga en raíces escandinavas en los nombres de lugares gallegos- y los asentamientos. "La investigación sobre vikingos en Galicia suele centrarse en los ataques, las razias, pero a mí me interesa la logística que los acompaña", comenta la runóloga. 

Según explica, a las costas gallegas llegaban cada vez ejércitos de entre 60 y 80 barcos, lo que requiere un sistema complejo para reparar navíos, gestionar los cautivos o comerciar con comida. Esto, unido a que los atacantes escandinavos repetían una y otra vez los mismos sitios, da pie a García Losquiño a pensar en la existencia de redes de información y estructuras más complejas que, simplemente, "llegar, robar y marchar". La investigadora plantea una nueva metodología, comparando con otros países mejor estudiados para "afinar" las zonas donde es más probable hallar campamentos.

Vikingos, no nazis

Obras como la serie "Vikingos", las películas de Thor o los videojuegos "Assassins Creed: Valhalla" o "God of War" volvieron a poner de moda el imaginario vikingo. ¿La popularidad hace más sencillo conseguir financiación? "No, la verdad es que no… -comenta García Losquiño-, pero sí sirve para que la gente nos escuche cuando explicamos cómo era en realidad el mundo vikingo frente a los estereotipos masculinizados y violentos, usados de forma muy perjudicial por nazis y neonazis". 

Para la investigadora, es importante entender que, lejos de la imagen de hombres, blancos y  barbudos, los grupos de vikingos tenían orígenes heterogéneos, que las mujeres ocupaban muchos roles -incluida la guerra- o que había soldados que, entre hachazo y hachazo, componían poesía.

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