Reportaje

“¿Eres Frederic Barnet? ¡Pero si tú estas muerto!”

A la edad en la que todo hombre se dedica al reposo y la vida contemplativa, este trotamundos del Maresme barcelonés -78 años- lleva recorrido infinidad de países. Estos días en Ourense se repone de un percance.

Buenos días, soy Frederic, llevo recorriendo la tierra desde 2011”. No, no estaba muerto, y eso que la vida de este catalán de mundo, antiguo cocinero en Alemania, ha sumado motivos. Su acento, un crisol de sonidos, igual que los pliegues de su rostro, cubierto de barba blanca, semejan serlo de vivencias. Le dijeron que llamara a casa, que su familia le requería; así lo hizo. En realidad en su casa no lo echaban de menos, lo cuenta entre una amplia carcajada y una voz que fluye poco, como cansada. Andaba por México, un lugar para pocas bromas, allí vivió una de sus experiencias más amargas; de madrugada en Oxaca, a la vuelta de California, tres jóvenes irrumpieron en la tienda donde reposaba, dos lo sacaron arrastrando, el tercero señalaba su cuello con un machete. Pensó lo peor, por suerte, le robaron todo, pero no lo mataron. “Yo pensaba que el del machete me separaría del cuello, pero no, tuve suerte”. Le dieron por muerto más tarde, en otra villa, dice. “¿Tú eres Frederic? Yo te vi ayer en la televisión, pero tú estás muerto”. Le daban por muerto y acudió al canal de televisión, a indagar por la desagradable nueva. El fallecido resultó ser un polaco, otro trotamundos, al que la familia sí echó en falta y tras acudir al consulado de su país, iniciaron la búsqueda. Tres semanas llevaba en un barranco, a trece metros de la ruta, le habían descerrajado varios tiros. 

Frederic inició su aventura en 2011, primero en el Camino de Santiago, luego Oriente Medio, pasando por Italia y Grecia. “Intenté llegar a Asia, Irán, Afganistán, pero como estaban en conflicto, me dijeron que mejor no; además, los rusos me dieron un visado de sólo 30 días”. Después vino América, donde estuvo 4 años. Luego otra vez los países del norte de Europa; un sin parar. 

Hace 15 días, en Ourense tras un desvanecimiento, acabó en el hospital; ahora lleva un marcapasos. Su próxima aventura Sudáfrica, dice; los médicos le han pedido mesura. “Si no llego, me quedo donde sea”. Porque como decía Cavafis, lo importante en la vida es el camino.n

Te puede interesar