ECONOMÍA

La escasa liquidez, principal causa de facturas ‘en el cajón'

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photo_camera Casa consistorial de Ribadavia, uno de los municipios que tiene facturas "en el cajón".

Alcaldes de la provincia explican que la mayor parte de las obligaciones se generan por imprevistos

Alcaldes de algunos de los concellos de la provincia que cerraron el pasado ejercicio o tienen en estos momentos facturas "en el cajón", aquellas cantidades que están pendientes en operaciones pendientes de aplicar al presupuesto, explican que la poca liquidez es la principal causa de que se acumulen estas cantidades, que rondan los dos millones de euros entre las cuentas de 17 de los 92 ayuntamientos, según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda. En esta misma línea, los regidores consultados señalan que es una práctica habitual, permitida por la legislación, que obedece en la mayoría de situaciones a imprevistos a los que las entidades locales deben hacer frente durante el año.

El Concello de Riós cerró el pasado ejercicio con algo más de 232.000 euros en esta cuenta. Su alcalde, Francisco Veiga, explica que "en canto tivemos liquidez, fomos cumprindo coas nosas obligacións". Puntualiza que, en muchos casos, el retraso en el cobro de las subvenciones de otras administraciones, dinero que el municipio va abonando previamente, provoca también que los pagos pendientes a proveedores se acumulen.

En una situación similar se encuentra el Concello de Maceda, con más de 159.000 euros de obligaciones pendientes de aplicar al presupuesto al cierre de 2015, sin que haya cumplido con la obligación de informar trimestralmente al departamento que dirige Cristóbal Montoro. "No es nada preocupante, siempre surgen cosas, especialmente en los últimos meses del año, que obligan a corregir determinadas partidas, a las que no podemos hacer frente en el momento por falta de liquidez pero sobre las que tenemos que actuar, como averías. Con todo, en la primera quincena de enero ya buscamos una solución", indica Rubén Quintas, regidor de Maceda.

Por otro lado, el Concello de Ribadavia mantiene a finales de junio los 178.000 euros en facturas pendientes de pago que tenía al cierre del ejercicio anterior. Su alcalde, Ignacio Gómez, sitúa esto "dentro de la normalidad, al ser algo que se da por muchas circunstancias". Recuerda que el municipio cerró el pasado año con un ahorro neto de unos 700.000 euros, "pero que no se puede aplicar en algunas facturas".

"No preocupa en exceso pero sí algo, ya que al final son proveedores los que tienen que cobrar, aunque lo seguro es que lo harán. El problema es la falta de liquidez, se priorizan las nóminas, los proveedores locales y siempre surgen imprevistos, lo que supone que los ingresos son menores que los gastos", comenta Gómez, que pide a otros entes como el provincial o el autonómico que cumplan también a la hora de abonar las ayudas que se firman.

Otro concello en esta situación es O Carballiño, que redujo en seis meses deudas pendientes por más de un millón de euros a poco más de 16.000 euros. Su alcalde, Francisco Fumega, destaca que "o reducimos como podemos", explicando que el año pasado los gastos se dispararon en muchos ámbitos, como por ejemplo "os gastos electorais".

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