El bólido fue concebido por estudiantes de Ingeniería Mecánica, entre los que hay ourensanos
La escudería de la Universidad de Vigo, UVigo Motorsport, está ya en plena fabricación del monocasco con el que competirán este verano en dos circuitos europeos de la Formula Student. El estreno del vehículo se producirá el próximo día 3 de agosto en la República Checa, donde los alumnos de Ingeniería Industrial pasarán cinco días de pruebas, y después les espera Montmeló (del 24 al 28 de agosto). Este año renunciaron a Silverstone porque les coincidía con los exámenes de julio. Entre el equipo de trabajo hay estudiantes ourensanos.
Entre las mejoras del monoplaza de este año destacan tres: la primera es que el coche será de fibra de carbono (antes el chasis era de acero tubular con un recubrimiento pequeño de fibra de carbono), con lo que disminuye el peso y gana en resistencia. En segundo lugar, introducen un sistema aerodinámico que ensayaron con programas informáticos y que incluye alerones, difusor y otros detalles. La tercera novedad es el sistema electrónico, que aún no han desvelado pero que esperan que sea la mejor de la competición.
El equipo trabaja ahora con mucha presión, a contrarreloj, pero con muchas ganas de competir. En las últimas semanas, los alumnos trabajaron todos los días en las instalaciones que les cedieron en la Escuela de Ingeniería Industrial y pasaron fines de semana enteros, algunos a más de 30 grados. Algunos de ellos han renunciado a exámenes aunque esperan que “lo que estamos perdiendo de la carrera lo ganemos por otro sitio”, mientras que 4 de los 23 miembros del equipo lo tuvieron que dejar porque encontraron trabajo. La fabricación se había retrasado un poco porque algunas piezas tardaron en llegar, pro eso ahora pisan el acelerador. El vehículo tiene un presupuesto de 90.000 euros, unos 30.000 más que el año pasado, incluidos los desplazamientos del equipo a los circuitos de la Formula Student. Frente a esto, hay equipos ingleses y alemanes que cuentan con medio millón de euros, un nivel inalcanzable para el equipo de la Universidad de Vigo, que sin embargo mantiene su espíritu competitivo y la ilusión muy arriba. Ampliaron los patrocinadores, muchos de ellos pequeñas empresas que apostaron por ellos.
