La escuela rural resiste mejor que la ciudad la caída de inscritos en Infantil

"Nos anos que levo aquí, nunca vin algo así. É a panacea a matriculación deste ano", dice Félix Pérez, director del colegio de Vilariño de Conso, uno de los de la "resistencia" del rural, siempre a punto del cierre por el bajo número de matrículas y que para el curso 2021-2022 celebrará, al menos, la inscripción de cinco niños nuevos. La llegada de nuevas familias, en este caso y en otros centros del rural, atenúa la caída de alumnado en cuarto de Infantil en el rural, mientras que en la ciudad se multiplica por tres el descenso de los niños que empiezan el colegio. Generación del 2018 Para esta primera etapa educativa, destinada a pequeños de tres años, hay 1.386 solicitudes recibidas en los centros públicos de la provincia, 203 menos que el curso pasado. La novedad es que la ciudad sortea peor el "efecto covid": son 621 los que solicitaron su escolarización en la capital, 147 menos que en 2020. Sin embargo, los matriculados en el rural mitigan mucho mejor el descenso de alumnos: hay 765 anotados para el curso 2021-2022 fuera de la capital, sólo 55 menos que el año pasado. Así, la escuela rural resiste esta vez mejor las condiciones sociodemográficas de la provincia. Mientras en la ciudad caen en un 19,1% las inscripciones en cuarto de Infantil respecto al curso pasado, en el rural sólo se pierden un 6,8% de los matriculados. Los datos no son definitivos, ya que se pueden abrir más periodos de matrícula y sufrir variaciones de aquí a septiembre, cuando se inicia el curso. Con todo, el rural celebra los buenos datos del año posterior a la pandemia en centros en los que, un solo nacimiento en el concello, puede garantizar la apertura del colegio. "Temos tres matrículas novas e só marcha un neno. De momento, resistimos. Este ano estabamos con 9 e seremos 11", explican desde el colegio de Taboadela, uno de los más afectados por la cercanía con la ciudad y la preferencia de las familias de matricular a los hijos en la capital. También el colegio de Baltar muestra alegría, aunque contenida. "De momento, mantémonos. Entran dous nenos novos, pero aínda pode subir a matrícula", dicen. Este es otro de los centros que se encontró en peligro de cierre los últimos años, rozando el mínimo de seis matriculados que exigen los criterios de la Xunta para mantener un colegio abierto. “Esta vez remontamos" La valoración del CEIP San Martiño, en Vilariño de Conso, es más que positiva. Es el colegio que acusa desde hace años la tasa más baja de matriculados de la provincia. "Despois de anos sendo o colexio que sae nas noticias por estar pendentes dun fío, parece que agora remontamos", dice Félix Pérez, el director. Incluso se fija en las buenas noticias a medio plazo: "Temos unha familia de Salamanca que comprou aquí casa e veu con dous nenos. Entra o primeiro fillo, pero ao ano seguinte entraría o segundo. En cuarto de Infantil estaremos con cinco nenos, que iso é un cambio máis que sorprendente". Pérez calcula que "se a tendencia segue así, para o ano seguinte serían oito matriculados. E a dous anos vista, 10. Hai moitas familias novas. É unha gran noticia". La generación nacida en 2018 (1.486 niños en la provincia) es la que está llamada a su primer año de colegio, con tres años. Según los datos de la Xunta, el 98,76% de los que solicitaron plaza en cuarto de Infantil en Galicia obtiene plaza en el centro educativo escogido como primera opción. En el caso de la provincia de Ourense, el porcentaje es similar a la media global: un 98,41% de escolarizaros en primera opción. El porcentaje aumenta, aunque no significativamente, en los alumnos que obtienen la plaza de primera opción en la ciudad: el 98,71%. Con estos datos, la Xunta garantiza que para el pequeño porcentaje que no obtuvo su primera opción de plaza–el 1,24%–, asignarán las plazas por la Comisión de escolarización de cada zona, atendiendo a los siguientes centros de preferencia. El número de solicitudes para cuarto de Infantil cae entonces en 203 en Ourense, aunque hubo 1.885 nacimientos menos en la provincia en 2018–generación que entra–respecto a 2017.