EDUCACIÓN

Las escuelas infantiles piden concienciación para la vuelta

Alba Nóvoa recoge algunos de los juguetes en la escuela infantil Estraloques de A Ponte  (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Alba Nóvoa recoge algunos de los juguetes en la escuela infantil Estraloques de A Ponte (MARTIÑO PINAL).
Perfilan los preparativos y apelan al compromiso de todos. Perciben un ritmo bajo de matriculación

La vuelta a las escuelas infantiles está cada vez más cerca, indicada para el 4 de septiembre. Con esta fecha marcada, se adaptan a los protocolos elaborados por la Consellería de Política Social para un regreso seguro, presentado el martes. "Estamos preparados para que no haya riesgo en la vuelta", apunta Susana Doval, directora de la escuela infantil Os Pequerrechos, en San Cibrao das Viñas.

Las entradas y salidas se harán de forma escalonada, para evitar pequeñas aglomeraciones. Cada niño se incorporará a uno de los grupos, donde se mantendrán "aislados" de otros y reducir los contactos: "Estarán separados, por lo que un contagio será más difícil", explica Doval. El número que habrá en cada uno de ellos, una incógnita: "Desconocemos la ratio para cada aula, pero estarán separados con entradas y salidas graduales", comenta Alba Nóvoa, una de las socias de la escuela infantil Estraloques en el barrio de A Ponte.

Mantener a los niños separados es una de las partes más difíciles: "El distanciamiento es lo más duro, se juntan con otros en milésimas de segundo", comenta Miriam Álvarez, una de las socias de Cogumeliños, en la ciudad. Otras medidas, ya no pillan por sorpresa a estos centros, donde la higiene forma parte del día a día: "Somos bastante exigentes con la limpieza, por lo que no son medidas que nos choquen",explica Álvarez, una de las socias de Cogumeliños. En Os 

Pequerrechos la limpieza ya era algo "exhaustivo", ahora "se hará todavía más", según Doval. 

Responsabilidad compartida

Los niños pasarán un control de temperatura nada más llegar a las escuelas infantiles, algo que también deberán hacer los padres en sus casas. Aquellos que den más de 37 grados, no podrán acceder al centro y, de encontrarse mal, se llamará a los progenitores para que los recojan: "Las familias tienen que cumplir con su parte, porque no solo nosotras podemos garantizar la seguridad de todos", indica Nóvoa. 

Un niño contagiado sin que los padres conozcan la situación es lo que más "asusta" a Doval: "Si alguno se pone malo llamaremos a sus padres a la mayor brevedad y, en caso de estar contagiado, se dará parte a las autoridades pertinentes", indica. Los centros contarán con un coordinador de las medidas, tras una formación previa a la que ya se han sometido la mayoría de las responsables: "Esta persona será la encargada de las actuaciones en caso de sospechas de contagio", explican desde Asociación de Escuelas Infantiles de Ourense. Para evitar dudas, incidirán en los padres sobre la importancia de que "si el niño está enfermo, mejor que no lo traigan". 

Los progenitores tampoco accederán a las instalaciones con este protocolo, algo que afecta especialmente a las escuelas de la asociación provincial: "Entendemos que es una forma de ganar seguridad, pero es algo que va contra nuestra filosofía porque somos una gran familia con total libertad de acceso", indican desde esta última. Nóvoa también lamenta esta adopción "porque forman parte de nosotros", aprecia.

Matriculaciones lentas

La incertidumbre ralentiza las matriculaciones de niños, con muchos padres que esperan a ver cómo evoluciona la situación sanitaria: "Va muy lento comparado con otros años, el que los necesita ya se ha matriculado y los otros prefieren aguardar", comenta Nóvoa. Doval aprecia que son más "reticentes", pero trabajarán para ganarse la confianza de todos ellos. 

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