La Xunta ha decidido ayudar al sector destinando más de un millón de euros para facilitar el cambio de paradigma
La hostelería ourensana necesita transformar su negocio hacia un nuevo modelo, y la Xunta ha decidido ayudar al sector destinando más de un millón de euros para facilitar el cambio de paradigma, en una apuesta encaminada a que los establecimientos impulsen las ventas a domicilio y puedan acondicionar sus terrazas a pesar de la crisis que atraviesan.
Ya se han aprobado 157 solicitudes de las que se beneficiarán otros tantos locales, 67 en la ciudad y 90 en el resto de la provincia. Con apoyos del 80% de la inversión realizada, esta línea ofrece ayudas directas a autónomos y pymes de menos de 50 trabajadores, desde un mínimo de 1.500 euros hasta un máximo de 25.000.
Uno de los locales beneficiados por las medidas es la Pulpería Asador A Feira, visitada ayer por el delegado territorial de la Xunta, Gabriel Alén. El representante del gobierno gallego reconoce las dificultades que atraviesa el sector, y espera que esta medida ayude a “salvar sus pérdidas, al menos parcialmente”, al mismo tiempo que se construye “un nuevo modelo de negocio, con un consumo más seguro. Las restricciones fueron desagradables para ellos y les hicieron perder mucho dinero, pero eran necesarias para parar la pandemia”, valora, y ahora la administración intenta compensar su esfuerzo. “También en otros ámbitos, como la educación, caminamos hacia espacios más amplios, polivalentes y ventilados”, destacó.
A la Pulpería A Feira, las medidas le han valido para ampliar varios metros su espacio al aire libre. La intervención les permite mantener el mismo número de clientes que tenían con anterioridad a las normativas de aforos. Y confían en que estas obras, al contrario de las exigidas en su momento por la ley antitabaco, resulten útiles a largo plazo. “Ahora la gente acude más a las terrazas, incluso en días fríos. Y esto será así más allá del fin de la pandemia, por el golpe psicológico que supuso. Habrá cambios a medio plazo y no solo en la hostelería”, valoran.
Ahora, los demás establecimientos que solicitaron la medida esperan ser también uno de los 157 beneficiados, mientras que desde la Xunta se les continúa notificando. Desde Café Arábica (rúa dos Remedios), pidieron acogerse a la medida. Su dueño, Carlos Abellás, defiende fórmulas como esta, principalmente “para los locales más pequeños, que tenemos carencias de espacio”. El pasado fin de semana, visitó Carballo, municipio coruñés, y le fascinó cómo se aprovechan los aparcamientos de coches para ampliar las terrazas. “Los hosteleros queremos trabajar, y para ello debemos avanzar hacia espacios más grandes”, concluye.
Otro de los locales que solicitaron la ayuda es el céntrico café-restaurante Tamarindo. Su gestor, Rubén Gil, también apunta hacia el cambio de tendencia, ya que su público “busca estar mucho más en el exterior”, pero defiende que “a largo plazo, en cuanto estemos inmunizados y superemos el miedo, creo que volveremos a las dinámicas de antes”.
