meteorología

Ourense vive su mes de agosto con menos calor de los últimos 23 años

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Las temperaturas máximas están casi cinco grados centígrados por debajo de los registrados durante los últimos tres veranos

El atípico verano que vive la provincia de Ourense, y que en julio aguó los planes veraniegos de mucha gente, se ha consolidado. La provincia vive el mes de agosto menos caluroso de los últimos 23 años. Las sensaciones que se palpan a pie de calle son avaladas por los datos obtenidos en las estaciones meteorológicas de Meteogalicia. 
Acostumbrados los ourensanos a aparecer en los rankings a nivel nacional por ser la sartén de España durante los meses de agosto, con temperaturas máximas que superan con creces los 40 grados en infinidad de ocasiones, este 2019 parece condenado a olvidarse de récords. O, al menos, esperar a finales de mes o incluso a septiembre. 

Temperatura media
En lo que ha transcurrido de mes, la temperatura media se ha situado en 21,48 grados centígrados,  un grado por debajo de lo normal para agosto (la media histórica es de 22,6), lo que lo sitúa como un anómalo mes estival, algo que se ha notado, sin embargo, en la hostelería y en el sector turístico, que han apreciado una llegada de visitantes importante, muchos de ellos llegados de localidades costeras en las que no han podido disfrutar de demasiadas jornadas de playa.

Máximas bajas
Las máximas, el mejor termómetro para conocer cómo de caluroso está siendo un periodo, no dejan lugar a dudas. En ninguna jornada se alcanzaron siquiera los 35 grados (34,69 la más alta), y la media de las temperaturas máximas durante los 16 primeros días de agosto se situaron en 29,25 grados, uno y medio por debajo de lo normal (30,6), y significativamente lejos de los 34 grados de 2018, de los 32,2 de 2017 o de los casi 34 de 2016. 
El año pasado, favorecido por la llegada de una potente masa de aire cálido subsahariana, la provincia llego al récord histórico de máximas precisamente en este mes, el día 3, cuando el mercurio subió hasta los 42,7 grados. Y eso que entonces el conocido como "polvo del desierto" frenó el alza térmica, que se esperaba que pudiese llegar incluso a los 44. 

Se esperaba más
Ahora, la situación ha cambiado radicalmente, pese a que las predicciones estacionales que los meteorólogos habían realizado antes del inicio del verano hablaban de que se esperaba una estación más calurosa de lo normal, también en la provincia de Ourense. Pero la  realidad está siendo ligeramente distinta. 

Regreso a 1996
Habría que remontarse al año 1996, según la base de datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para encontrar un mes de agosto semejante térmicamente al que vive Ourense en la actualidad. En aquel momento, hace exactamente 23 años, el mes acabó con una media de 21,2 grados (21,48 ahora), y las máximas apenas alcanzaron los 28,5 (frente a los 29,2 de ahora). 

También lluvias
Desde entonces, nunca se vivió un "mes estrella" con tan bajas temperaturas. Es más, la primera mitad de mes presentó también lluvias en tres jornadas, y una decena de jornadas donde predominó la inestabilidad atmosférica, con las nubes sobreponiéndose a los claros. 
Con estos mimbres, una provincia sin oferta marítima ni especialmente destinada al público que busca ocio estival, ha salido, a priori, ganando. 


El sol reinará el resto del mes, aunque sin fuerte calor


Ayer volvió el calor intenso a la provincia, pero todavía lejos de los agostos de antaño, que se caracterizaban por superar en varias jornadas consecutivas los 40 grados. En la jornada posterior al día festivo las máximas se situaron en Vilamartín de Valdeorras, donde llegaron a los 34 grados, y se quedaron en la ciudad en 32,9 grados. 

La situación no irá a más, y la inestabilidad volverá a llamar a la puerta en los próximos días. Durante la jornada de hoy, todavía predominará el sol y los termómetros podrían llegar a los 33 grados, aunque ya durante la noche empezarán a cubrirse los cielos, que para mañana dejarán paso a las lluvias, principalmente durante las primeras horas del día. Estas precipitaciones vendrán acompañados de un descenso de las temperaturas, quedándose las más altas en el umbral de los 29 grados.

La tendencia, según Meteogalicia, durante la próxima semana será que los termómetros oscilen en máximas de entre 27 y 29 grados, es decir, una temperatura más propia de junio que de un mes de agosto. Mejorará, sin embargo, el estado de la atmósfera, que estará influido por las altas presiones y, pese a que el lunes todavía permanecerán los cielos con nubes y claros, estarán totalmente despejados a lo largo de la próxima semana.

 Revisando las previsiones de las distintas agencias meteorológicas, no se esperan grandes cambios en lo que falta de mes, y, en ningún caso, los termómetros superarán los 40 grados. 

El resto de España, sin embargo, seguirá une tendencia diferenciada. Y es que todo el centro y sur peninsular vivirán durante los próximos días con el abanico y la botella de agua bien cerca, ya que se espera que en Andalucía se supere incluso el umbral de los 40, con temperaturas especialmente cálidas. 

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